Álex García, con dos películas por estrenar en 2015 y otras dos a punto para 2016, presenta mañana en Madrid El burlador de Sevilla; él será el Don Juan Tenorio primigenio, sensual, erótico, instruido y hedonista que quiere Darío Facal, el director de la obra, para darle “un aire de siglo XXI”.

García (La Laguna, 1981), además de ser unos de los “guapos” oficiales del país, no para de trabajar. Conocido por el gran público por sus papeles de televisión en series como Tierra de lobos, Amar en tiempos revueltos o Sin tetas no hay paraíso, o películas como Kamikaze y Seis puntos para Emma es, por encima de todo, “un animal de teatro”.

“Lo que me pasa con el teatro es que lo veo como una forma de ser, es una pulsión de vida; quien acaba haciendo teatro una y otra vez es porque se lo pide el cuerpo”, afirma el actor tinerfeño en una entrevista con Efe.

No es la primera vez que García se apropia de un clásico, pero sí la primera que se enfrenta a una obra como protagonista absoluto; él aprovecha esa experiencia que le da el teatro, que le “regala”, dice, como la solidez o ganar puntos de vista, para luego llevarlos a otros modos de trabajar.

“Eres un animal de teatro y eres diferente al resto, pero sobre todo, por lo que te exige (…) Cuando estás en teatro vas más a largo plazo, y aprendes a compartir; solo el hecho de estar siete horas ensayando, quieras que no, de ahí sale una relación muy potente”.

El burlador de Sevilla, una obra habitualmente eclipsada por el tenorio de José Zorrilla, se pondrá en escena desde mañana 1 de octubre al 29 de noviembre y abre la temporada en la sala grande del teatro Español de Madrid.

Un montaje que, según dice su director, Darío Facal, “será una celebración de los sentidos lleno de sensualidad, erotismo, literatura, música, comida y teatro”.

Y si nadie parece tan apropiado como García para interpretar al sexy Don Juan Tenorio, no menos indicados están el resto de actores: Manuela Vellés, Marta Nieto, Emilio Gavira, Eduardo Velasco, David Ordinas, Alejandra Onieva, Diego Toucedo y Judith Diakaté, entre otros, “un reparto -apunta García- muy teatral y muy sólido”.

“Darío ha querido hacer una propuesta contemporánea -explica Álex García-, el conflicto no es tanto cómo seduce Don Juan sino como lo haría en el siglo XXI y ha intentado que sea un viaje tan erótico como hedonista”.

Y sí, reconoce, “Don Juan es un machista, un personaje hoy en día difícil de defender. Pero no hay que olvidar que es un solitario, insatisfecho, con una necesidad total de romper la monotonía, no se aguanta ni a sí mismo ni el mundo en el que vive, y por eso a lo largo de toda la obra va buscando la forma de escapar de sí mismo. Él es el primer burlado”.

A pesar de sumergirse en el siglo XXI, el verso se mantiene inalterable.

“Lo que enamora de este personaje es que disfruta la vida como nadie lo hace y como nadie se permite disfrutar, ese poco pudor que tiene en abordar los placeres es lo que le hace ser tan apetecible”, explica García.

Desde su punto de vista, el que fuera el soldado de Los hijos de Kennedy, opina que el público “tiene ganas de teatro y de teatro grande (..) Asocian ‘el burlador’ con algo clásico y aburrido, pero te aseguro que Facal propone en esta obra un viaje para los sentidos, no ha puesto un clásico simplemente ‘en pie’ para que los actores den sus textos en el escenario”.

“Tenemos muy mal acostumbrado al público -insiste-, estamos acostumbrándole a que hoy cualquier cosa es teatro y en la variedad, yo creo, que está el sabor”.

“Esperamos que funciones como ésta abran el apetito del público por el teatro clásico”, ha resumido.

Además de La novia, de Paula Ortiz, que se presentó con gran éxito en el último Festival de San Sebastián, García tiene pendientes de estreno La punta del iceberg, de David Cánovas, con Maribel Verdú; Kiki, el amor se hace, de Paco León, y Guernika, de Koldo Serra, donde trabaja con María Valverde.