baloncesto

El año del ‘Chachismo’

Que lo primero que haga cuando tiene un micrófono delante sea acordarse de su mujer y su hija, que tuvieron que quedarse en madrid, habla bien a las claras del carácter de Sergio Rodríguez. El base tinerfeño era ayer uno de los jugadores más felices, ya que se trataba de su primer título de Europa de selecciones, broche perfecto a una temporada de ensueño en la que ganó todo por lo que compitió.

“Es muy especial porque es mi primer oro europeo. Ha sido un mes complicado, pero al final ha merecido la pena. Se lo dedico a mi mujer y mi hija después de todo este tiempo. Creo que el equipo ha tenido una respuesta magnífica”, comentó en declaraciones a Telecinco.

Rodríguez destacó que “ganar así tiene más mérito” después de un torneo “increíble” en el que tanto él como sus compañeros volvieron a mostrar su mejor cara: “Teníamos muchas bajas y nadie sabía qué pasaría con las expectativas que había. Esta generación tiene mucho recorrido. Da igual quién venga, aunque Pau ha estado espectacular”.

Recorrido

Desde el colegio La Salle, pasando por la inagotable cantera del Unelco antes de llegar al Siglo XXI, el proyecto cestista en el que creció como jugador y como persona. Sergio era un niño cuando hizo las maletas rumbo al País Vasco antes de que el Estudiantes se fijara en él, fichándolo en la temporada 03/04.
Con el primer equipo estudiantil debutaría esa misma temporada, en los play-off frente al FC Barcelona quedando el Estudiantes subcampeón de la Liga Endesa.
Su desparpajo, su capacidad para cambiar los partidos y para encontrar siempre el mejor pase no pasó desapercibido para la NBA, tan necesitada de talento europeo. Phoenix lo elegiría en el Draft de 2006, convirtiéndolo en el noveno jugador español con derecho a jugar en la mejor liga del mundo. Los Suns lo traspasarían a Portland, donde debutaría en Estados Unidos.

Tras jugar en Portland, Sacramento y Nueva York Sergio haría las maletas de regreso a España. Quién sabe si su decisión de ir a la NBA fue algo precipitada, pero parece evidente que la vuelta a Europa fue su mejor decisión, como también parece obvio que, a día de hoy, no hay demasiados bases mejores que él en la competición estadounidense.

El primer año en el Real Madrid no fue bueno para Sergio, al que Ettore Messina no dio demasiada confianza. Todo cambiaría con Pablo Laso, entrenador que gusta del baloncesto rápido y de ataque que tanto encaja con el juego de un tinerfeño que atraviesa el mejor momento de su carrera.
Ayer, en Lille, elegido en el quinteto ideal del Eurobasket, Sergio siguió siendo el de siempre, uno de sus secretos para lograr lo que ha logrado y lo que le queda por conseguir.