Lejos de aminorarse, tras el acuerdo del lunes en el Cabildo para la creación de la entidad de conservación del Polígono Industrial del Valle de Güímar, las diferencias entre los regidores de Candelaria y Arafo con la alcaldesa de Güímar, se acrecientan.

El último desencuentro es la postura que ha tenido Carmen Luisa Castro con respecto al lugar dónde celebrar la reunión de los alcaldes y secretarios de los tres ayuntamientos propietarios del Polígono desde hace tres años. La alcaldesa de Güímar insistió ayer que la misma tiene que ser n “suelo neutral”, indicando el salón de actos de la Junta de Compensación, aunque esté en suelo arafero, como el más conveniente, mientras que Mari Brito, alcaldesa de Candelaria e impulsora de la reunión desde mediados de agosto, recuerda que la cita es en el Ayuntamiento de Candelaria, a las nueve de la mañana del 10 de septiembre.

DENUNCIA DE LOS VERTIDOS
Sí se puede en Candelaria ha puesto de manifiesto que el emisario del Polígono no tiene el necesario permiso de vertidos que debe otorgar la Viceconsejería de Medio Ambiente y aclaran que Costas ya ha interpuesto la denuncia correspondiente en la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural.
Agustín Espinosa, concejal de Sí se puede en Candelaria explicó que “la estación de tratamiento primario, previa al emisario, se encuentra expoliada e inservible, incluso está vallada por parte de la Policía Local porque no tiene puertas”.

Según Espinosa “no hay control alguno sobre estas aguas industriales que carecen de las analíticas pertinentes lo que, unido al deterioro de la estación y a otros dos puntos cercanos por donde salen aguas fecales directamente a la línea de marea, hacen de esta una situación desde punto de vista sanitario insostenible”.

El concejal de Sí se puede finalizó afirmando “lo que solicitamos es que el Cabildo, que se responsabilizará del emisario submarino se comprometa también en la construcción de una depuradora específica para las aguas industriales y fecales que se generan en este Polígono”.