CD TENERIFE

Un clásico con sabor a Primera División

El Tenerife llegó a ser alternativa a algunos de los clubes que peleaban por clasificarse para la Copa de la UEFA| DA
El Tenerife llegó a ser alternativa a algunos de los clubes que peleaban por clasificarse para la Copa de la UEFA| DA

CD Tenerife y Real Oviedo se ven mañana las caras en un enfrentamiento que evoca viejos recuerdos en los que ambas entidades llegaron a ser animadoras de la Primera División. Son dos enemigos íntimos, pues chicharreros y carbayones se han visto la cara en partido oficial hasta en 49 ocasiones, siendo el tercer oponente con el que los insulares se han encontrado en más ocasiones en su historia. Cádiz, en 53 oportunidades, y Valladolid, en 52, lideran esta clasificación.

La primera vez
El 1 de noviembre de 1961 el Rodríguez López era testigo del primer partido oficial entre ambos conjuntos. Aquel día el Real Oviedo se impuso por 1-4, gracias a Marañón y José Luis, que anotaron por partida doble. Esa misma temporada los chicharreros se tomarían la revancha eliminando de la Copa de España a los ovetenses tras ganar en la Isla 3-0 y caer en Oviedo por 2-0.

Sería la primera oportunidad en la que el Oviedo ganaba en la Isla. Posteriormente lo haría en cinco ocasiones más, por ocho de los blanquiazules, acabando en empate los duelos entre ambos en una decena veces.

Los años dorados
Las presidencias de Eugenio Prieto y Javier Pérez llevaron a ambos clubes a sus mejores momentos deportivos. El boom de las televisiones, con la llegada de los primeros contratos importantes para los equipos, provocó que uno y otro club hicieran sus primeras apariciones en competición europea.

El Oviedo en una ocasión, cayendo en primera ronda de la Copa de la UEFA frente al Génova, y el Tenerife, dos veces, y rozando una final de la misma competición, se instalaron en el grupo de equipos capaces de ser alternativa a otros conjuntos con mayor tradición y capacidad económica.

Siempre hubo buena relación entre ambas directivas, y por ende entre ambas entidades, lo que facilitó, entre otras cosas, el fichaje de Slavisa Jokanovic.

El mediocentro había llegado a Oviedo cuando la guerra azotaba su país. Radomir Antic facilitó las contrataciones de jugadores como Jerkan o Jankovic, así como el de un Jokanovic que evidenció su clase y su competitividad desde el primer momento.

El serbio solo estuvo dos cursos en la capital del Principado, porque, seducido por las aspiraciones europeas del CD Tenerife, hizo las maletas rumbo a la Isla. Jugó 123 partidos con la elástica blanquiazul, anotando 17 goles. Su fichaje, por 500 millones de las antiguas pesetas, pudo reportar importantes beneficios al CD Tenerife posteriormente, pero Javier Pérez siempre se negó a venderlo al Atlético de Madrid, que decía quererlo por el doble, incluso el triple, del valor pagado por los blanquiazules. Aquello llegó a convertirse casi en una cuestión de orgullo, del equipo pequeño que trata de no ceder ante una entidad como la Atlética, presidida entonces por un Jesús Gil y Gil que, como con otros muchos clubes, nunca tuvo buenas relaciones con la entidad blanquiazul. Jokanovic acabaría firmando por el Deportivo de La Coruña.

Los carbayones vivieron su momento dorado en la década de los 90| DA
Los carbayones vivieron su momento dorado en la década de los 90| DA

Juntos en el infierno
Pero, del mismo modo que ambos clubes vivieron momentos dulces, también se encontraron en los más amargos y delicados de su historia reciente.

Inmersos en Segunda División, Tenerife y Oviedo coincidirían en el curso 02/03 antes de que los del Carlos Tartiere comenzaran su periplo por las alcantarillas del fútbol español.

Fueron años complicados, porque los azules llegaron a ser descendidos a Tercera debido a su precaria situación económica, que a punto estuvo de llevarlos a la desaparición encontrándose con otros clubes de nueva creación ansiosos por coger la bandera del histórico Oviedo.

Con el descenso de los insulares a Segunda B, volverían a cruzarse los caminos de ambos, encontrándose en otras cuatro ocasiones, siendo los números principalmente favorables a los insulares.

En la campaña 11/12, el Oviedo ganó en el Tartiere (1-0) con un solitario tanto de Nano desde fuera del área. El Tenerife hizo lo propio en el Heliodoro (3-0) gracias a un hat-trick de Jorge Perona, curiosamente exjugador oviedista solo un año antes, pero ni unos ni otros lograron el objetivo esa temporada que no era otro que el de ascender al fútbol profesional.

Un curso más tarde, de la mano de Álvaro Cervera, los insulares se mostraron como un conjunto fiable, que consiguió ser de Segunda al primer intento, frente al Hospitalet, después de no haber perdido frente al Oviedo ninguno de sus encuentros ligueros (1-1 y 1-2).

Mañana se cumplirá el encuentro número 50 entre uno y otro club con muchos paralelismos a lo largo de su historia aunque, al menos recientemente, con una entidad insular que ha podido sortear de mejor forma los peligros económicos que, ahora sí, parece que el Real Oviedo ha conseguido alejar de manera definitiva. Lo de poder reverdecer viejos laureles es, a día de hoy, un objetivo bastante más complicado.

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