tribuna

Contaminación en Las Teresitas

Durante tres días de esta semana el Ayuntamiento de Santa Cruz decretó el cierre de Las Teresitas debido a los niveles de contaminación que arrojaban los informes de Sanidad del Gobierno de Canarias, que detectaron la presencia de e.coli y de estreptococos, bacterias presentes en las heces, por encima de los parámetros admisibles. El origen se encuentra en los cerca de 700.000 litros diarios de aguas residuales que genera San Andrés y que se vierten al mar, sin tratamiento previo. Se trata de una responsabilidad directa de EMMASA y de aquellos responsables políticos locales, insulares y autonómicos que en los últimos años tuvieron el deber de velar por el cumplimiento de la normativa en materia de aguas residuales pero prefirieron mirar para otro lado.

Esta irresponsabilidad ha ocasionado daños al litoral de San Andrés, a la playa de Las Teresitas, a la zona de especial conservación Sebadales de San Andrés y a la actividad pesquera. En momentos puntuales la contaminación es detectada por Sanidad al incrementarse la presencia de estas bacterias en las zona de baño, pero este daño es continuo y, en lo que se refiere a la afección que está ocasionando a la Zona de Especial Conservación Sebadales de San Andrés, muy grave, tal y como asevera el censo de vertidos de 2007, documento de la Viceconsejería de Medio Ambiente, que informa que se produce a escasos cincuenta metros de este espacio natural marino.

Cualquiera que pueda acceder al expediente que obra en la Viceconsejería sobre esta solicitud de vertido conocerá, de primera mano, el nivel de irresponsabilidad en el que se mueven nuestros gestores públicos y la EMMASA de Sacyr. En la documentación se comprueba que todo se inicia con una solicitud de autorización de vertidos en el 2008 y tras varios requerimientos de la Viceconsejería reclamando determinados datos, y viendo la EMMASA de Sacyr que sin tratamiento adecuado previo no se podía aprobar el vertido, presenta un escrito dos años después de la solicitud, concretamente el 8 de abril de 2010, afirmando que no tiene ningún interés en continuar con la solicitud de vertido y no muestra inconveniente alguno en no contar con autorización del vertido, pidiendo que se archive el expediente. La conclusión a la que llegan estos defraudadores ambientales de cuello blanco es que lo mejor para continuar con sus fechorías es continuar vertiendo ilegalmente, dañando el medio ambiente marino, pero sin una resolución de la Viceconsejería de Medio Ambiente que le dijera por escrito que estaba cometiendo un delito ambiental. Por eso se muestran tan entusiastas en cerrar el expediente sin autorización alguna. Todos saben que se está incumpliendo la legislación medioambiental pero estos ejecutivos e.coli saben que lo mejor es no dejar huellas y buscar el silencio o las mentiras cómplices del Ayuntamiento, la Viceconsejería de Medio Ambiente y del Consejo Insular de Aguas.

CONCEJAL DE SÍ SE PUEDE EN EL AYUNTAMIENTO DE SANTA CRUZ