El diagnóstico precoz y la estimulación cognitiva, claves a la hora de frenar el Alzheimer

El 21 de septiembre se celebra en todo el mundo el día sobre la llamada enfermedad de Alzheimer. / DA
El 21 de septiembre se celebra en todo el mundo el día sobre la llamada enfermedad de Alzheimer. / DA

El aumento de la esperanza de vida de la población ha hecho que el Alzheimer sea una de las enfermedades que está registrando un mayor incremento en los últimos años. Un aumento que, explica la neuróloga del Hospital Parque Yessica Contreras, solamente puede ser frenado a través del diagnóstico precoz de la enfermedad y de la estimulación cognitiva de cara a disminuir el impacto del deterioro cerebral.

Con motivo de la celebración hoy, 21 de septiembre, del Día Mundial del Alzheimer, Contreras insiste en que es necesario que la sociedad se conciencie de la importancia de mantener activo el cerebro como medida preventiva y de estar alerta ante la aparición de posibles signos de sospecha que se detecten tanto en la memoria como en otros aspectos, que van desde la orientación en tiempo y espacio a la toma de decisiones, posibles anomalías en el desarrollo de las actividades dentro y fuera del hogar, en el comportamiento, en las habilidades de lenguaje, en el estado de ánimo o en la concentración.

La neuróloga del Hospital Parque explica que el Alzheimer es en estos momentos el tipo de demencia más frecuente, alcanzando entre el 50% y el 60% del total de estas enfermedades neurodegenerativas. Su aparición, generalmente a partir de los 65 años, se hace extensiva al 10% de este segmento de la población canaria, contabilizándose en torno a 800.000 personas en el país, y con una mayor incidencia en las mujeres.

El Alzheimer, puntualiza Contreras, conlleva la destrucción, de una forma lenta y progresiva, de las células del cerebro y de las conexiones entre ellas. Este deterioro se evidencia a través de uno de la pérdida de memoria, al mismo tiempo que afecta a la actividad mental en general, generando estados de confusión, cambios de humor, desorientación en el tiempo y el espacio y dificultad en el habla, entre otros síntomas.

La neuróloga del Hospital Parque Yessica Contreras destaca el avance que se está registrando en lo que a la detección precoz de la enfermedad se refiere, un aspecto que considera clave de cara a frenar el deterioro.

Diagnóstico y tratamiento

La realización de la historia clínica, una exploración neurológica y test neuropsicológicos, unido a pruebas de imagen como el escáner o la resonancia magnética, y el análisis de sangre permiten poder diagnosticar la enfermedad y establecer un tratamiento adecuado en función del estado de la enfermedad.

En este sentido, se suministra al paciente fármacos inhibidores de la acetilcolinesterasa y antagonistas de NMDA, que facilitan la conexión neuronal, y con los que se pretende reducir la progresión del deterioro cognitivo. A esto se suman también otros medicamentos en aquellos casos en los que sea necesario corregir otros síntomas que suelen ir asociados a la enfermedad, como la agresividad o los trastornos del sueño.

Desde Hospital Parque, Yessica Contreras pone de manifiesto que una parte importante de la terapia va unida a la estimulación cognitiva, cuyos efectos se ha demostrado que son de gran ayuda a la hora de evitar la progresión de la enfermedad. En este sentido, tanto los centros de día como la asistencia de profesionales especializados permiten obtener buenos resultados. A esto, añade, se suma también el desarrollo de actividad física moderada