Los dirigentes del PSOE y de CC se comprometen a reconducir la situación en la pista de coches locos. Están preparando un plan de choque. La caída de la hoja del calendario ha levantado expectación. Tras el sofoco estival se reavivan los focos de tensión en el pacto. El miércoles lanzaron la moneda al aire: salió cara en Madrid y cruz en la reunión de la mesa de seguimiento. Son historietas paralelas.
Con las manos extendidas, a la espera del maná, y la boca chica, para que no entren moscas. Así afronta Fernando Clavijo un incierto curso político que comienza con la asignatura pendiente de las elecciones generales de diciembre. Antes, los gobiernos nacional y autonómico someterán a examen sus cuentas públicas para 2016.
Dos meses después de la investidura, el jefe del Ejecutivo canario frota la bola de cristal en busca de una respuesta a la duda existencial de quién ocupará el despacho noble del palacio de La Moncloa a partir del año venidero. De momento, Clavijo opta por la prudencia y procura no decantarse por ningún candidato. Por de pronto, ya lo ha recibido Mariano Rajoy. La mejora de las relaciones institucionales, tras la marcha de Paulino Rivero, realzó una cita que se produjo al día siguiente de la visita de dos jornadas de la canciller alemana, Angela Merkel. Clavijo compartió la agenda con sus homólogos de Baleares, Francina Armengol (PSOE), y de la Región de Murcia, que se llama Pedro Antonio Sánchez (PP). La máquina de los deseos no proporcionó grandes titulares; sí, bonos de descuento para los presupuestos. Aunque el abanderado de CC insiste en defender la entente con el PSOE, tampoco participa en la estrategia de negarle el agua y la sal a un aliado virtual personificado en José Manuel Soria. Además, el carpetazo de Repsol a las prospecciones de petróleo y gas en aguas cercanas a las islas orientales supone un balón de oxígeno al entendimiento. “Es una excelente noticia”, pregonó Clavijo en la radio. La sintonía se ha movido de frecuencia y no se detectan tantas interferencias en la comunicación bidireccional.
Prueba de que las prioridades son distintas, el mandatario canario se ha distanciado de la propuesta no consensuada de reforma estatutaria. Uno de los polos de atracción de la actualidad española es el desgarro catalán. El 27S “encubre” una soberana “trampa”, alertó Clavijo.
Los guiños se prodigan. Si CC coquetea con el PP, el PSOE corteja a NC. Los celos son la conciencia crítica del amor.