sucesos

El exárbitro palmero fue tiroteado tras discutir con un drogadicto

Carlos Jonathan González, el exárbitro canario de fútbol que fue asesinado en la noche del pasado domingo cuando regresaba a su vivienda de la ciudad colombiana de Guadalajara de Buga, recibió tres tiros desde una motocicleta en un crimen muy habitual de los sicarios que golpean con violencia esta región del mundo, en información captada a través de distintas fuentes del país sudamericano y de sus medios de comunicación. Sobre la causa de tan terrible crimen, hasta ahora un misterio dado que tanto su entorno en Colombia como su familia palmera no se explican por qué pudo ser elegido como objetivo de los sicarios, la única luz aportada proviene de una radio de aquella región, que sostiene que González discutió con un drogadicto con anterioridad, al que habría afeado la conducta.

Además, las autoridades de esta región del Valle del Cauca han ofrecido una recompensa de cinco millones de pesos colombianos (14.000 euros al cambio) para quien ofrezca algún tipo de información que permita capturar a los asesinos. Para tener una idea de lo que supone tal cantidad, reseñar que el salario mínimo en Colombia es de 569,85 euros mensuales, por los 756,70 de España. Lo que no confirma ni una sola de las fuentes colombianas es que la mujer y el hijo de González hubieran sido también asesinados por los sicarios, como erróneamente se ha informado.

El Ayuntamiento de Tazacorte mostró ayer su dolor y pesar por esta muerte con un  minuto de silencio y sus banderas a media asta, condenando el asesinato del que fuera vecino del Puerto de Tazacorte a la par que mostró el apoyo a la familia.

González tenía 31 años de edad y residía en Colombia desde hace año y medio tras casarse con una joven de dicha nacionalidad.