El expresidente del Gobierno Felipe González considera que la condena a 13 años y nueve meses de prisión para el líder opositor venezolano Leopoldo López es la confirmación de que el país sudamericano se ha convertido en una “dictadura de facto”.

“Ni dentro ni fuera de Venezuela, nadie puede llamarse a engaño. Venezuela se ha convertido en una dictadura de facto. El presidente decide por el Parlamento y por la Justicia”, ha afirmado González en un comunicado, ya que opina que López “ha sido condenado por Nicolás Maduro, como todos los demás presos políticos de Venezuela”.

Para el expresidente, que tuvo que abandonar Venezuela el pasado junio sin poder ejercer la defensa de López, al opositor “se le atribuyen los actos de violencia y las muertes que son responsabilidad del Gobierno” y se le ha condenado “sin haber cometido ningún delito, sin ninguna prueba en su contra y sin ninguna garantía en el procedimiento seguido”.

Por eso, ha subrayado que “el régimen ha decidido una condena por razones políticas”, una condena con la que, a su juicio, “se consuma el proceso de destrucción de libertades democráticas emprendido por el régimen”.

González ha advertido de que Leopoldo López es “el rehén político de la República Bolivariana” y que sólo las elecciones parlamentarias convocadas para el próximo 6 de diciembre, “con garantías serias”, pueden “devolver la esperanza a los ciudadanos que viven en la escasez, la inseguridad y la violación de sus más elementales derechos”.