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El independentismo divide en dos a la sociedad catalana

Junts Pel Si celebra su victoria. | REUTERS
Junts Pel Si celebra su victoria. | REUTERS

Las candidaturas que en su programa electoral apoyaban el proceso independentista en Cataluña -Junts pel Sí y CUP- lograron ayer sumar una mayoría absoluta en cuanto al número de escaños en el Parlament, pero no alcanzaron el 50% de los votos, dato que se revela fundamental para afrontar el futuro inmediato de, dado carácter plebiscitario que esas mismas fuerzas políticas otorgaron a los comicios de ayer.

Con el escrutinio prácticamente al 100% la coalición Junts pel Sí, de la que Artur Mas formaba parte, logra 62 escaños, quedándose a 9 parlamentarios de la suma de CiU y ERC en 2012 y tanto el futuro de Mas como el de su proyecto dependerá de los 10 escaños que consiguió la CUP, sumando siete a los que ya tenía.

Uno de los grandes triunfadores de la jornada fue Ciudadanos, que ha sube de manera espectacular al pasar de 9 escaños a 25; el PSC, liderado ahora por Miquel Iceta, registró una pérdida de cuatro escaños y se sitúa en los datos que le daba la encuesta del CIS, 16 parlamentarios; el PP vivió una noche amarga al hundirse y pasar de 19 diputados autonómicos a 11, mientras que Cat Sí que es Pot, el partido respaldado por Pablo Iglesias, se quedó muy por debajo de los resultados obtenidos por ICV -una de las fuerzas que integraban esta coalición- hace tres años: entonces fueron 13 y ahora, 11.

A pesar de las palabras de Artur Mas, tras conocer los resultados electorales, en las que aseguraba que el independentismo ha ganado en estos comicios, lo cierto es que la suma del resultado de los partidos independentistas se ha quedado por debajo de los obtenidos en los comicios de 2012, tanto en escaños como en votos. Sí es cierto que en escaños logran, junto con la CUP, mayoría absoluta en el Parlamento, si a los 62 escaños de Junts se suman los 10 de la formación de Antonio Baños. No obstante, para que Mas sea elegido presidente de la Generalitat necesita del voto afirmativo de la CUP en el acto de investidura, posibilidad que ha negado esa formación durante la campaña. Y es que ni siquiera la abstención de la CUP le valdría al dirigente de Convergencia para ser designado presidente. De hecho, desde Ciudadanos, se pedía ya anoche la convocatoria de unos nuevos comicios.