Una vez más, y ya son siete de manera consecutiva, el CD Tenerife fue apeado de la Copa del Rey a las primeras de cambio. Esta vez cayó merecidamente en Butarque, tras los tantos del tinerfeño Omar Ramos y de Szymanowski. Desde 2010 no marcan un gol copero los blanquiazules; desde 2008 no pasan de ronda y desde 1995 no ganan a domicilio. Así se escribe la triste historia reciente del equipo blanquiazul en el torneo del KO.

Agné experimentó con un sistema novedoso, que solo dio resultados por momentos. Propuso de inicio una alineación que formaba a tres centrales, dos carrileros, dos mediocentros y tres hombres arriba. Parece perdido el entrenador aragonés y dar palos de ciego para enderezar el rumbo de una nave a la deriva.

Desde el principio el Leganés, que también introdujo novedades en su equipo, saltó al campo desarrollando su habitual presión ofensiva. Le funcionó bien, Roberto, titular anoche, tuvo que intervenir en unas cuantas ocasiones para no ver perforada su portería muy pronto. Las oportunidades más claras las tuvo Toni Dovale, que en la primera disparó por encima del larguero, mientras que en la segunda el portero canterano tuvo que volar para sacar un golpeo a la media vuelta dentro del área. Esa fue la tónica de la primera parte. Incluso el meta visitante tuvo que intervenir acertadamente en un mano a mano con Guillermo para no encajar el 1-0. A pesar de las ocasiones pepineras, el descanso llegó con el marcador inicial.
El primer tiempo transcurrió sin demasiadas novedades: el CD Leganés dominaba, pero no conseguía plasmar este dominio en el marcador.

Pareció que los jugadores de Agné salieron al campo de juego más revitalizados. Incluso estuvo cerca de marcar a través de Lozano, el delantero más en forma del equipo. Primero sorprendió a Piña en el minuto 58 de juego con un disparo que se marchó fuera. Luego cabeceó en el área un servicio de Pedro Martín. Atajó el portero del Leganés.

Fue después de ese momento cuando las fuerzas entre ambos rivales se igualaron, aumentaron las imprecisiones y las acciones ofensivas desaparecieron del partido.

Justo hasta que apareció en escena Omar Ramos. Ya dice el refranero que no hay peor cuña que la de la misma madera. Efectivamente. El tinerfeño, de la Punta del Hidalgo, abrió la lata blanquiazul. El excanterano sorprendió a Roberto con un certero disparo desde la frontal del área, que se alojó en la portería. Un gol que espoleó al CD Leganés, que se marchó decididamente en busca de otro tanto que sentenciara la eliminatoria copera.

Pudo anotar el segundo Toni Dovale, con un remate picado de cabeza en el área, tras un buen servicio desde la banda de Alexander Szymanowski. Sin embargo, el cabezazo del gallego acabó yéndose fuera por poco. El gol de la sentencia llegó en el minuto 90, cuando Alexander Szymanowski aprovechó una buena dejada en el área de Alberto Martín para batir a Roberto. Luego Alberto, de cabeza, se quedó a centímetros de acortar la diferencia en el marcador, pero se quedó en un mero intento, ya que el Tenerife fue ayer un equipo inofensivo en ataque.