El varón de 37 años de edad que falleció a primera hora de la mañana del pasado sábado cuando conducía en dirección contraria por la TF-1 (provocando así una colisión frontal contra otro vehículo cuyo conductor, de 61 años, también perdió la vida) no llevaba puesto el cinturón de seguridad, en información facilitada por fuentes cercanas al caso.

Ello se desprende del análisis efectuado a los vehículos implicados, en este caso al Audi TT del conductor kamikaze o suicida. Precisamente el hecho de que no llevase puesto la referida norma de seguridad (que es obligatoria) refuerza la posibilidad de que se trate de un suicidio, aunque serán los investigadores asignados al caso por la Guardia Civil quienes finalmente determinen en lo posible qué motivó semejante comportamiento.

Este terrible suceso, que ha provocado enorme conmoción en toda la Isla, reaviva la polémica sobre la ausencia de medidas que impidan este tipo de sucesos (tales como la fijación de barreras que impiden circular en dirección contraria) y cierta psicosis entre la población, al punto que en las redes sociales se informaba ayer falsamente de otros dos casos en carreteras insulares.