El Cabildo de Tenerife ya cuenta con un anteproyecto básico para dar una solución definitiva al arreglo y mejora del dique de Bajamar, en La Laguna, que tiene que pasar ahora una prueba de laboratorio en Santander, donde se simularán los efectos de la propuesta técnica que se ha elaborado para ver su viabilidad. Así lo explicó el director insular de Fomento, Miguel Becerra, quien indicó que, “en este tipo de obra marítima, se suelen hacer simulaciones, en una gran piscina, con el tipo de dique proyectado, el oleaje, la profundidad… que permite ver cómo será el comportamiento” de la infraestructura, porque “no te puedes arriesgar a construirlo y que falle”.

El Cabildo procederá esta misma semana a la contratación directa del servicio, por un importe de 50.000 euros, y la previsión es que el ensayo se pueda realizar en el plazo de un mes o mes y medio. “Si en el ensayo de lo que hemos propuesto todo va bien -apuntó Becerra-, en dos meses podría empezar a redactarse el proyecto constructivo, que sería muy sencillo, porque sería diseñar en detalle la solución que contempla el anteproyecto, y eso tampoco tendría que llevar más de mes o mes y medio. Así que si todo va bien podríamos estar hablando de que tener, a finales del próximo febrero, el proyecto constructivo para poder licitarlo y, en función del dinero que tengamos, abordar el proyecto”.

En caso de que el resultado de la prueba en Santander no sea favorable, habría que realizar las modificaciones oportunas sobre el proyecto y volver a realizar un ensayo, lo que “dilataría un poco más” el calendario.

Una vez se cuente con el proyecto definitivo, antes de sacarlo a licitación hace falta también el permiso de Costas, aunque el director insular consideró que no debe de haber ningún reparo al tratarse “de un proyecto de restitución y mejora, no una obra marítima nueva”.

En base a estas previsiones, la intención del Cabildo es que las obras puedan comenzar a lo largo del próximo 2016, aunque todo depende también de la financiación.

Presupuesto

“Una cosa es que consignemos una cantidad simbólica en los presupuestos del próximo año para iniciarlas, pero otra es conseguir todos los fondos que implican, que son varios millones”, indicó Becerra, por lo que apuntó que todas las administraciones implicadas, incluida Costas, tendrán que reunirse para ver cómo afrontar el coste de la obra, cifra concreta que no se sabrá hasta tener el proyecto definitivo. También habrá que estudiar cuál es el mejor momento, en base a las mareas y para crear las menores molestias posibles a los usuarios, para iniciar los trabajos.

Cabe recordar que los daños que presenta en la actualidad el dique derivan, en su gran mayoría, de un temporal que golpeó la zona a mediados de diciembre de 2012. El oleaje levantó la cubierta superior de la estructura y arrojó al mar varias toneladas de hormigón. La previsión era iniciar las obras durante el pasado 2014, pero se decidió postergarlas a 2015 para encargar un estudio técnico que diera una solución definitiva a las continuos daños que provocan los temporales que azotan la zona.