El dicho de que los ratones bailan cuando el gato no está es un hecho en la fábula herreña. Mientras los dirigentes del PSOE y CC ahorran para comprar un cascabel barato en una ferretería de confianza, la disputa por las porciones del queso se ha vuelto viral. La retirada de la moción de censura en el Ayuntamiento de La Frontera no borra la barrera psicológica entre Belén Allende y Alpidio Armas.

A la presidenta del Cabildo se la ha enquistado la “deslealtad” de los consejeros que en 2011 la desalojaron del cargo y el dimisionario líder insular del Partido Socialista no ha cicatrizado las heridas de la venganza. El resentimiento es un obstáculo para el entendimiento. Estaba previsto que entre ayer y hoy se rubricara un acuerdo para encauzar el cese de las hostilidades, pero dificultades técnicas relacionadas con la restitución del grupo municipal socialista derivan en una demora que ha secado la tinta de los bolígrafos. Tampoco ha quedado definido qué es lo que se quiere firmar. Desde la ejecutiva regional del PSOE se transmite el mensaje de que la solución del conflicto consiste en compartir responsabilidades de gestión en las instituciones. Sin embargo, el presidente de AHI, David Rodríguez, enfría la euforia. “No podemos hablar de una entrada inminente”, precisó este miércoles el diputado autonómico y alcalde de La Frontera durante los últimos ocho años. “Cada situación es distinta”, recalcó. “Hay vacíos jurídicos y políticos que habrá que aclarar”. Rodríguez comentó que en AHI solo están sometidos a la “presión diaria de mejorar las condiciones de la isla y de sus habitantes”. El martes hubo una reunión donde “se sentaron las bases del consenso” y se perfiló un documento “con el único compromiso de dialogar”.