reflexión

Un puente blanco – Por Juan Pedro Rivero

Si existen sociedades que pueden ser calificadas de paradigmas de sistemas políticos contrapuestos, de un capitalismo de libertades absolutizadas o de un comunismo de libertades limitadas, son EE.UU. y Cuba. El Papa Francisco, de igual manera que hicieron los dos pontífices anteriores, se ha hecho presente en ambos espacios sociales con la intención de realizar una visita apostólica a las comunidades cristianas que siguen a Jesús con la dificultad que suponen ambos modos de entender la vida social. No es un viaje político, sino pastoral. Pero a nadie se le oculta la relevancia política de este viaje pastoral.

En el aeropuerto de La Habana, el pasado domingo, Francisco declaraba que estamos asistiendo al proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento. Se trata de un signo de la victoria de “la cultura del encuentro y del diálogo”. La cultura del encuentro y del diálogo, que no es poco… La cultura del encuentro. Porque si algo caracteriza a los seres humanos es la posibilidad de encontrarnos, de dialogar.

Somos seres en los que la palabra ha supuesto un salto evolutivo en relación a la dinámica de la fuerza salvaje y la violencia defensiva frente al otro y al distinto. La estatura cultural de un pueblo no la marca la potencia económica ni los niveles de alfabetismo, sino la capacidad de convertir al otro en objeto de encuentro y diálogo. De igual forma que una persona no se conoce a sí misma sin entrar en el jardín que crece detrás del balcón de los ojos de los otros, así le ocurre a los pueblos y las sociedades. Es la diferencia evolutiva entre la manada, la tribu y la comunidad.

Una comunidad internacional debe edificarse sobre las bases de la cultura del diálogo y del encuentro. Los recelos de la historia, las cerrazones y las distancias, los bloqueos injustos y la ideologización irracional de la libertad, no pueden nunca crear puentes que nos ofrezcan espacios de comunión. La visita del Papa a Cuba y EE. UU. es un puente blanco que nos invita a todos a derribar los muros interiores tras los que se ocultan nuestras tendencias irracionales.
Hay mucho camino por andar; pero este paso nos acerca al final.

@juanpedrorivero