Ian O’Leary y Davin White se presentaron ayer como nuevos jugadores del Iberostar Tenerife transmitiendo ilusión y apostando por su versatilidad. En el acto en el que estuvo presente Félix Hernández, el presidente canarista dejó claro que la secretaría técnica del club “nunca improvisa” desvelando que en el caso de O’Leary es un jugador al que seguían “desde hace tres años” cuando militaba en el CB Oviedo.
El alero norteamericano señaló que se decidió por la oferta canarista ya que “son muy pocos” los clubes de la Liga Endesa que “apuestan por crecer”. “Mi familia y yo estamos muy contentos de poder volver a Canarias. Este club tiene mucha ambición y en ACB no muchos clubes tienen esa misma ambición. Queremos jugar Copa y play-off, aunque sabemos que es algo súper difícil”.
O’Leary destacó que su reciente experiencia en el Gran Canaria fue “buena” en lo personal, aunque “algo difícil” por las lesiones que sufrió: “Jugué en un equipo muy grande como aquel, con dos entrenadores muy conocidos en este país y aprendí mucho de ellos. Este año estoy listo para poder jugar mejor, más como lo hice en Valladolid. Con Alejandro puedo jugar más libre, con más confianza y espero que con más minutos”.
Por su parte, Davin White, que sorprendió a todos en la pasada edición de la Liga Endesa, quiso recalcar que puede complementarse a la perfección con Rodrigo San Miguel en el puesto de base teniendo en cuenta que son dos jugadores “muy diferentes”. Precisamente contra el Iberostar Tenerife White pudo firmar una de sus mejores actuaciones, algo que espera repetir ahora defendiendo la elástica aurinegra: “Todo jugador quiere competir de la manera que lo hice en el Nou Congost contra el Canarias, pero hay veces que tienes partidos buenos y otros malos. La clave, por encima de todo, es el trabajo diario, que ese trabajo sea duro cada día”.
Cuestionado por Rodrigo San Miguel, admitió no conocer “demasiado” debido a que antes de llegar a Manresa había jugado en Alemania, pero destacó algunas de las virtudes del base aragonés: “Vengo de jugar de otros países como Israel o Alemania y no tenía demasiadas diferencias. Sí sabía que en España el nivel del baloncesto es muy grande, que compiten muy buenos bases, pero es algo que poco a poco voy conociendo ahora. Rodrigo es muy buen pasador y muy buen compañero. Mi perfil es diferente, quizás más anotador”.
La última referencia del norteamericano es su excelente actuación en el Torneo del Millón de Dólares, que se celebra en su país. Allí llegó a la gran final, con unas estadísticas espectaculares, algo a lo que le restó importancia ya que allí “jugaba 37 minutos en cada encuentro, algo que no creo que vaya a hacer ningún jugador en España. Fue algo completamente diferente a esto”.