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Raquel Larena: “Lo que debe asegurar un empleo no es la antigüedad, sino la valía”

Raquel Larena. | ANDRÉS GUTIÉRREZ
Raquel Larena. | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Raquel Larena participó la semana pasada en el Foro Nueva Economía Nueva Empresa organizado por la Fundación CajaCanarias y la Obra Social La Caixa. Su charla, basada en el marketing en el entorno actual, se centra en cómo las personas pueden protagonizar una diferencia estratégica para las empresas. “Las personas son las que son relevantes”, apunta. “Las empresas buscan tener el mejor talento y no solo en ingenierías o en profesiones sofisticadas, sino también en la mejor atención al cliente”. Para Larena, todo esto hace que las circunstancias del entorno laboral estén cambiando, y convivan elevadas tasas de paro con puestos sin cubrir. “La selección de las empresas es cada vez más exigente”.

-¿Cómo se consigue un compromiso del empleado con la empresa?
“Es fundamental que el empresario traslade al empleado los objetivos, las metas a conseguir y explicar los porqués. Al igual que muchas personas se van de una empresa por el salario, estamos viendo que, ahora, una de las razones por las que una persona se queda en la empresa es por el reconocimiento. Porque valoran lo que hacen. Porque les gusta su trabajo, y porque sienten que aportan algo. Las empresas que trabajan con el reconocimiento, la conciliación, la flexibilidad en el trato y entiende las necesidades de cada segmento de trabajador, conseguirán el mejor mix de plantilla”.

-En este caso, ¿el sueldo pasaría a un segundo plano?
“A medida que ha ido evolucionando la economía, los atributos que buscan los empleados en una empresa han ido variando. Los trabajadores demandan ahora más conciliación. No quieren trabajar a cualquier precio. Sobre todo los jóvenes ahora miran el corto plazo. Buscan la formación y la oportunidad laboral, sea donde sea”.

-Esta semana la OCDE publicó un informe alertando de la pérdida de talento de España.
“Mire, esto es un tema de oportunidades. Podremos retener talento si tenemos algo que ofrecerles, pero si no, es lógico que se vayan. Yo por sé, no vemos mal que los jóvenes se vayan a otros países. Tenemos que acostumbrarnos a circular sin fronteras. Lo que es deseable es que ese talento que se va, vuelva, porque sino entraríamos en una descapitalización tremenda. Confío en que España genere un país cada vez más solvente y ellos vuelvan por sí sólos. Cuando Google se lleva los mejores programadores, por algo será”.

-Ha mencionado a Google. Es envidiosa la manera en la que trabajan en esa compañía. Las imágenes que nos enseñan sobre el entorno laboral parecen de ciencia ficción…
“Sí. Lo he visto. Pero, mire, esa campaña no está hecha para los clientes sino para los empleados. Para que quieras trabajar allí. La clave en todo esto es la coherencia, y aquí hay dos aspectos fundamentales: el encaje correcto del empleado con el jefe y el puesto que va a desempeñar. El compromiso nace de la coherencia. Un jefe que te sepa trasladar los objetivos de la empresa y te haga partícipe de los mismos, va a ganar sin duda, sobre todo en el sector servicios. Porque mire, de nada sirven 20 cursos de marketing, ni promociones, ni la publicidad o los anuncios, si después la persona te atiende mal. Si el empleado está implicado, saldrá el cliente que recomienda el local. El que repite”.

-El mercado laboral ha cambiado. Se ha vuelto más flexible y dinámico. ¿Nos olvidamos del empleado que lleva 39 años en la empresa en el mismo departamento?
“Estamos viviendo una reestructuración completa de formatos de contratos, de vínculos con la empresa y flexibilidad. Una flexibilidad que, por otro lado, no tiene porqué ser entendida como precaria. Venimos de ser uno de los países con mayor coste laboral y más competitivos. Ahora tenemos que adaptarnos y hacer la transición. Quien mejor sepa jugar, se lance y arriesgue es quien va a triunfar, porque quien mejor te va a defender como trabajador es tu valía no tu antigüedad. Lo importante es que cuando un empresario mire la nómina diga: esta persona vale más de lo que me cuesta. Si lo único que me asegura mi puesto de trabajo es mi antigüedad, es decir el lastre que supongo para la empresa, nunca prosperaremos”.

-Cuestión de productividad.
“Es que la productividad lo es todo”.

-¿Y la formación?
“La formación es una de las cosas que más ha sufrido con la crisis. Cuando bajaban los salarios, también bajaba la inversión en desarrollo y formación, y esto es algo que hay que recuperar de manera intensiva, porque uno de los factores que hace que la gente se enganche a tu propuesta de empresa va a ser el plan de desarrollo. Está claro que los que más inviertan en formación llevarán a un mayor éxito a sus empresas que se convertirán en más competitivas. Lo ideal es acercar la empresa y la formación y hacerlo todo junto”.