TENERIFE

La Reserva Marina de Tenerife lleva cinco años bloqueada por el Estado

Las reservas de Tenerife miden una distancia de unos 23 kilómetros lineales en el caso de la de Teno y de unos 24,5 kilómetros la de Anaga. / M. P. P.
Las reservas de Tenerife miden una distancia de unos 23 kilómetros lineales en el caso de la de Teno y de unos 24,5 kilómetros la de Anaga. / M. P. P.

*Por A. M. González / Y. Rozas

Tenerife es la mayor de las islas del Archipiélago canario y, por lo tanto, también es la que cuenta con una mayor extensión de costa. Sin embargo, es una de las que todavía no dispone de una reserva marina de interés pesquero que evite la sobreexplotación de los recursos y que propicie la regeneración de los ecosistemas litorales y marinos. Y no la tiene aún por culpa del Estado, que lleva cinco años con la propuesta bloqueada.

El Servicio Técnico de Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife recuperó en 2002 una propuesta de 1989 de reserva marina de Juan José Bacallado, y la adaptó a la realidad actual, con la intención de recuperar los recursos pesqueros y convertir la pesca de bajura en la Isla en una actividad rentable para el sector pesquero profesional.

Como resultado de ese trabajo, en abril de 2010 el Pleno del Cabildo aprobó por unanimidad la propuesta de zonificación y usos de las reservas marinas de interés pesquero de Tenerife (Teno y Anaga), que luego fue tramitada por la Viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias. Al abarcar las zonas de Teno y de Anaga tanto aguas interiores de la Comunidad Autónoma como aguas exteriores, la propuesta tuvo que ser remitida al Gobierno central, concretamente al Ministerio del Medio Natural y Medio Rural y Marino, que cinco años después aún no se ha pronunciado al respecto.

Tanto miembros de grupos ecologistas y conservacionistas como representantes del sector de la pesca profesional de la Isla coinciden al reclamar a las autoridades, especialmente al Gobierno central, que agilicen la aprobación de las reservas marinas de Tenerife para garantizar el equilibro medioambiental del litoral de la Isla y acabar con la creciente degradación y contaminación de la costa.

Conservacionistas
Conrado Cabeza, repesentante de Proyectos Medioambientales Marinos (Promemar), asociación sin ánimo de lucro dedicada a desarrollar proyectos de defensa del medio ambiente marino, reclama con urgencia la aprobación de la reserva marina de Tenerife “para poner freno a los vertidos de los emisarios submarinos, la sobrepesca, las basuras y los residuos que llegan al mar por las desembocaduras de los barrancos. Llevamos años limpiando nuestras costas y podemos afirmar que es un problema que nos afecta de manera grave. El Gobierno central -recalca Cabeza- debe dar prioridad a las reservas marinas de Teno y Anaga después de años de dejadez para poner fin a estas barbaridades en nuestras costas, cada vez más contaminadas. El mar no es una despensa ni un basurero. Desde nuestra asociación realizamos campañas de limpieza y de sensibilización, pero de nada servirán estos esfuerzos si no se crea pronto la reserva marina en Tenerife”.

Profesionales
José Luis Déniz, patrón mayor de la Cofradía de San Andrés, coincide al afirmar que “el futuro de la pesca está en una reserva marina. La opinión mayoritaria de la Cofradía es que apuestan por una reserva marina. El futuro es una reserva marina bien hecha y bien vigilada. Lo principal -agrega el patrón mayor- es la vigilancia, que aquí tiene que ser o mar o por aire, porque por tierra no se puede llegar. Y una reserva sin vigilancia es igual a nada. Pero bien creada y organizada, para mí es el futuro”.

Déniz destaca la eficacia de este instrumento de protercción, ya que “las especies se van reproduciendo en la reserva y como no se puede pescar ahí, llega un momento en que no caben y se salen de la reserva y emigran a otras zonas en las que sí se puede pescar. Luego los barcos pueden pescar en los lindes de la reserva, en la zona de amortiguación. Tengo experiencia por otras islas. En El Hierro, por ejemplo -apuntó-, han cuadruplicado la pesca de la vieja. Si la pesca sigue como hasta ahora y todo el mundo pesca sin control, llega un momento en que se acaba”.

Larga tramitación
En 2010 el Pleno del Cabildo de Tenerife aprobó por unanimidad una propuesta de zonificación de las Reservas Marinas de Interés Pesquero de Teno y Anaga, validada posteriormente por el Gobierno de Canarias. Para justificar la petición de protección, se elaboraron proyectos redactados por biólogos marinos de la Universidad de La Laguna (ULL) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), consensuados con los técnicos de las consejerías de Pesca de las dos corporaciones insulares. Tras un complejo proceso de evaluación, la propuesta quedó guardada en el cajón del Ministerio. Uno de los principales impulsores fue el ex consejero del Cabildo de Tenerife José Joaquín Bethencourt, que incluso llegó a reunirse en Madrid con el director general de Recursos Pesqueros y Acuicultura del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Ignacio Escobar, quien se comprometió a desbloquear la situación en 2013. Pero ya está finalizando el año 2015 y el Gobierno central sigue sin dar respuesta a esta cuestión que es fundamental para Tenerife.

Sólo tres en todo el Archipiélago
Las reservas marinas o reservas de recursos pesqueros son espacios a los que se aplica una legislación especial y restrictiva, para disminuir el esfuerzo de pesca en áreas determinadas con un valor potencial pesquero y ecológico, de manera que sirvan como zonas protegidas de reproducción y cría para que pueda darse la recuperación de los recursos. Cuando se protege una zona de tal manera que en ella no se realice ningún tipo de actividad extractiva y no se vea afectada por ningún tipo de contaminación, la flora y la fauna se van regenerando a lo largo del tiempo, hasta que sus poblaciones alcanzan el mayor número de ejemplares que pueda haber en ese sitio. En Canarias existen tres reservas marinas y “de interés pesquero”: la del entorno de la isla de La Graciosa y de los islotes del norte de Lanzarote; la del entorno de la Punta de La Restinga, Mar de las Calmas, en la isla de El Hierro: y la de la isla de La Palma.