tribuna

El riesgo político llega para quedarse – Por Carmen Tomás

La proximidad de las elecciones catalanes y generales es ya el mayor riesgo para la economía española. Cierto que la preocupación por la evolución de China, la recesión en Brasil o la subida de tipos en Estados Unidos acechan. Sin embargo, el desconcierto que algunas decisiones o anuncios de algunos gobiernos que salieron de las urnas el pasado 24 de mayo ya han empezado a reflejarse en salida de capitales y en paralización de inversiones. Y la cosa no se queda ahí. Esta misma semana tanto el servicio de estudios del BBVA como el de las Cajas de Ahorro (Funcas) han modificado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía española ante la incertidumbre que ambas contiendas electorales generan. No sólo en los seis primeros meses del año han salido de España casi 30.000 millones de euros, sino que hay otros muchos miles de millones de euros paralizados a la espera del resultado de las elecciones generales de diciembre. La posibilidad de que una alianza de izquierdas gobiernes España pone a muchos inversores los pelos de punta a la vista de la inseguridad, y no sólo jurídica, que se deriva de sus planteamientos presentes y futuros.

Los analistas del BBVA, por ejemplo, creen que el 4% de crecimiento anualizado que presentaba la economía española en la primera parte del año puede convertirse en un 2,5-3 % en la segunda parte del año. También las Cajas han rebajado sus previsiones unas décimas hasta el 3,2 por ciento y hasta el 2,8 por ciento para 2016, así como los analistas de Bank of America. Ya podíamos observar este menor avance del crecimiento analizando los datos de empleo de julio y agosto incluso descontando el efecto calendario.

Cierto que los mercados de acciones están acusando la incertidumbre sobre China o Brasil. Pero basta comprobar el hecho de que la bolsa española se está comportando bastante peor que otras europeas, para ver lo pernicioso de algunas medidas tomadas y las que puedan venir de las autonómicas de Cataluña y las generales de diciembre. El viernes el IBEX volvió a la casilla de salida de enero tras perder un 1,2% y cerrar muy poco por encima de los 9.700 puntos. Y así parece que va a seguir siendo hasta que se conozcan los resultados electorales en marcha y sus consecuencias.