El Club de Lucha Rosario presentó este miércoles su proyecto deportivo para la temporada 2015-2016 en las instalaciones de su patrocinador, Estación de Servicios El Mirador, en Los Realejos.
Al acto asistió la primera plantilla del conjunto de Valle de Guerra encabezada por Marcos Ledesma, Javier Ledesma, Joshua Marrero el Peto, Eusebio Ledesma, Pedrito Gutiérrez, Carlos Peraza y el resto de bregadores senior y juveniles más importantes, así como parte de la directiva encabezada por el presidente del club, Miguel Varela, o el secretario, Valentín Dorta, así como los entrenadores Juan Luis Santana y Eusebio Chevo Ledesma.
Miguel Varela agradeció en primer lugar el “apoyo incondicional” un año más de Isidro Dorta con el Club de Lucha Rosario y se mostró muy satisfecho por los dos títulos senior y los tres juveniles del final de la pasada temporada, e ilusionado con la próxima, aunque también está muy intranquilo por la actual situación en la Primera Categoría. “A día de hoy no hay nada seguro, y esta situación es un disparate total. Los equipos de Primera Categoría estamos pendientes que el presidente de la Federación Regional y el Gobierno de Canarias con el director General de Deportes a la cabeza, apuesten claramente y de una vez por todas por la Liga Regional, pero nadie quiere dar el paso”, lamentó.
“La única manera que vemos para que esto tenga una solución es que las instituciones se involucren y cojan el toro por los cuernos, continuó. La Federación Regional ha sido tajante a la hora de decir que no aceptará unas competiciones interinsulares, que las únicas a las que dará el visto bueno será las que ella organice (hablamos de la Copa Lukia y la Liga Gobierno de Canarias), así que los equipos de Tenerife y de Fuerteventura no nos queda otra que esperar”, sentenció el presidente del Rosario.
Cuestionado por las competiciones insulares aseguró que “Tenerife con cinco equipos, solo nos planteamos cuatro meses de competición con una Liga y una Copa insular, no habrá más para no aburrir a los aficionados, porque no vamos a estar enfrentandonos sistemáticamente. Por ese motivo tenemos que llenar el resto de la temporada con las competiciones regionales”, admitió.
Por último, Varela se mostró muy crítico tanto con la Insular como con los equipos de Segunda. “La Federación de Tenerife se cargó la lucha en la isla con esa clasificación para favorecer la Segunda B, y en cuanto a los equipos no entiendo que hayan realizado unos desembolsos increíbles en fichajes, que ni en Primera se paga eso por la mayoría de los destacados regionales”, finalizó.
Por su parte, el entrenador Juan Luis Santana, tras sumar dos títulos la pasada temporada, asegura que no saldrá con más presión esta campaña. “El Rosario es un equipo campeón y debe salir a ganar en todas las competiciones en las que tome parte”.
Ante las voces que dicen que son los claros candidatos a los títulos en juego y que incluso pueden que queden invictos esta temporada, Santana quitó ser cauto al afirmar “hace dos años también se decía lo mismo, pues el equipo venía de ganar el anterior y no se ganó ni un título, y eso que era más plantilla que la actual, con Marcos, Agustín, Alejandro, Sixto, Molina…-. Ahora solo tenemos cuatro luchadores en cabeza -Marcos, Javi, Eusebio y Joshua- y una media y cola más pareja, no solo porque la Segunda B haya acaparado a los destacados y libres”.
Santana, también lamentó que muchos puntales de todo el Archipiélago no quieran fichar en Tenerife y hayan emigrado a Gran Canaria o Fuerteventura, en algunos casos “para esconderse”. “Es una pena que los puntales no quieren fichar en Tenerife. No me vale la excusa de que aquí no hay competición o que ha perdido su atractivo, porque no es verdad. Lo que pasa es que muchos ya no quieren asumir esa presión y la responsabilidad de que tanto las directivas como los aficionados les exijan resultados, o que lo tumbara un luchador de inferior categoría”.
Y continuó el preparador vallero afirmando que “no se van para cobrar más dinero que en Tenerife, pues están fichando por cuatro perras, pero saben que las plantillas rivales solo tienen dos o a lo sumo tres hombres que les pueden hacer frente y que, sino gana o empata, en el peor de los casos llevará la lucha a 10 y se irá del terrero sin que le digan nada por su rendimiento”.