TRIBUNA

Teatro Leal, un siglo de cultura

El pasado viernes fui partícipe de uno de los acontecimientos más importantes para los laguneros y laguneras y para esta ciudad: la celebración del centenario del Teatro Leal. Asistir como alcalde al aniversario de un siglo de vida de nuestra pequeña joya patrimonial, no es solo una de tantas experiencias gratificantes que te brinda el desempeño de esta labor. Es algo más. Mucho más. Porque la experiencia artística, en este caso, está ligada íntimamente, a una experiencia vital.

La calle de La Carrera fue testigo el 11 de septiembre de 1915, coincidiendo con las Fiestas en Honor al Santísimo Cristo, de la apertura de uno de los edificios más emblemáticos de La Laguna. Todo, desde su mismo nacimiento, es singular. Antonio Leal, el promotor de la idea, era un filántropo, lagunero de pro, hijo de indiano y más preocupado por dotar a su bella ciudad del espacio cultural que merecía, que del dinero que ello iba a costarle. Así, contó con la maestría del arquitecto Antonio Pintor, y juntos crearon el que pronto se convertiría en un lugar de referencia para la cultura en Tenerife y en Canarias, abriendo la Ciudad del Adelantado a compañías teatrales de prestigio nacional e internacional.

El amor de Antonio Leal por su ciudad queda patente en el mimo con el que concibió su aportación a la Historia, porque el Teatro Leal está lleno de pequeños detalles salidos de genio de otros artistas como Manuel López Ruiz, Manuel Verdugo o Benjamín Sosa y Lugo, entre muchos otros que allí han dejado su impronta.

Pero el Teatro Leal no estaba sólo vinculado a la cultura. Pronto, se convirtió en un lugar importante para la vida social lagunera de la época porque en él celebraron importantes festivales benéficos, reuniones, e incluso mítines políticos. Aún hoy en día, a pesar de su relevancia social, sigue siendo un rincón cercano, en el que la gente se siente cómoda y partícipe de lo que allí sucede.

Como la misma ciudad en la que se levantó y en cuyo tejido social está profundamente imbricado, nuestro Teatro ha sufrido muchos avatares. No puedo expresar lo que supuso para esta urbe siempre pionera, recuperarlo para el pueblo y reabrirlo, una vez restaurado, en el año 2008, devolviendo, así, a los laguneros y laguneras una parte fundamental de su historia reciente.
Desde entonces, el Teatro Leal sigue creciendo, con una programación relevante y siempre combinando las nuevas tendencias con los talentos locales y lo mejor del panorama artístico. Ello lo ha situado en lo más alto, siendo un referente tanto en el archipiélago como en la escena artística del país. Un lugar, por sus especiales características, alabado y querido por lo más granado del arte escénico mundial.

Y, del mismo modo, sigue siendo querido por la gente para la que fue levantado, como muestra la enorme afluencia de público que tuvieron las actividades que se sucedieron, con motivo de la efeméride, durante toda la jornada del pasado viernes, en la que no dejaron de pasar vecinos y visitantes por sus bellas estancias.

Estoy seguro de que este tesoro arquitectónico y artístico, que un día fuera pensado a la medida de los ciudadanos, seguirá llenando, durante muchos siglos más, la ciudad de cálidas veladas y momentos mágicos.

Cien años después, celebramos que un espacio abierto a la cultura como es esta ciudad, esta Isla, siga llenándose de música y danza, teatro, risas y muchas emociones.
Mi deseo es que siga brillando muchos años más, como brilla la ciudad que lo acoge. Feliz siglo.

*Alcalde de San Cristóbal de La Laguna