san miguel de abona

Apaga y vámonos, el nuevo vino que alumbra el Sur

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Todo está listo para el nacimiento de un nuevo vino en el sur de Tenerife que no dejará indiferente a nadie, ni por su sabor, afrutado “exótico”, ni por el formato innovador, ni por la apuesta de marketing. Su salida al mercado sorprenderá, porque tanto su imagen como la campaña de lanzamiento, ambas vanguardistas, rompen con los conceptos tradicionales de comercialización vinícola. El producto se aleja de los tópicos y no tiene nada que ver con los cánones establecidos hasta ahora. Original es hasta su nombre: Apaga y vámonos. “Se nos ocurrió porque cuando nos planteamos la idea dijimos: “Con la uva excepcional que tenemos, si esto no sale bien, apaga y vámonos”, nos cuenta Elena Morales, una de los miembros del equipo técnico de la bodega de San Miguel de Abona, donde se embotella este blanco afrutado. En esa tarea la acompaña Moisés Negrín.

El proyecto ilusiona en la cooperativa agrícola de esta localidad, un lugar que produce papas -su producto estrella-, plátanos y hortalizas, y que alberga la bodega más antigua de las Islas, con capacidad para 300.000 litros, y la de mayor producción de caldo ecológico de Canarias. Desde hace 28 años produce y envasa vino a granel, para la hostelería fundamentalmente, aunque el margen de beneficios se ha reducido en los últimos años, sobre todo por culpa de la competencia “desleal”, lamenta la factoría sureña. La uva que da origen a la nueva marca es fruto del esfuerzo de un conjunto de viticultores de tres fincas emblemáticas de Vilaflor: Trevejos, La Zamboa y La Pedrera; y de otras tantas de la zona de medianías: Viña Vieja y El Roque, en San Miguel; y la Cruz de Tea, en Granadilla de Abona.

Respecto a las propiedades del nuevo vino hay que indicar que se trata de un afrutado blanco, semidulce, aromático y con 10,5 de graduación de alcohol. Unas condiciones que han sido estratégicamente calculadas para un perfil de cliente joven, de entre 20 y 35 años, “aunque no tenemos dudas de que el vino gustará también a edades superiores”, aclara Elena Morales. Precisamente el formato -botella oscura- y el eslogan -“la oveja negra de los afrutados canarios”- se han diseñado para captar la atención de los jóvenes. La guinda la pone un collarín que colgará de cada botella con interrogantes picarones: “¿A dónde nos vamos?”, “¿En tu casa o en la mía?”, “¿Nos conocemos mejor?”, entre otros. La materialización de la idea y la campaña de marketing corresponden a los diseñadores Laura Jerez y Giovanni Vega, de Moby Dick Studio.

Quienes ya lo han probado aseguran que su sabor deja, en correlación con su imagen, un gusto exótico. “Las características de este producto y, sobre todo, su baja graduación alcohólica lo convierte en un acompañamiento perfecto para tomarlo en una reunión de amigos en casa, en el monte o en la playa; vale para cualquier situación”, afirma Morales.

El vino saldrá a la venta en la primera quincena de noviembre y se podrá adquirir en las grandes superficies “a un buen precio”, afirman sus promotores. Según las previsiones que manejan, se envasarán 30.000 litros en 40.000 botellas. También habrá una partida destinada a la hostelería. “Las sensaciones son positivas, según nos dicen los distribuidores, pero ahora llega la hora de la verdad para saber qué aceptación tiene en realidad”, afirman en la cooperativa. Tanto su presidenta, Ángela Delgado Díaz, como los socios, aguardan expectantes por el resultado del nuevo proyecto. Confían en que al consumidor se le encienda la luz de la curiosidad y apueste por el Apaga y vámonos.