La empresa Aqualia, concesionaria del servicio del agua potable en Candelaria los próximos 10 años, ha comenzado a renovar los contadores de más de un millar de hogares, después de casi 15 años sin hacerlo.

Esta renovación no implica, afirman desde la empresa, que los viejos contadores hubieran funcionado mal o hicieran una deficiente lectura de metros cúbicos, sino que se hace para evitar cualquier defecto que pudiera ocurrir por oxidación, por ejemplo.

La campaña del cambio de contadores coincide con la reciente renovación del contrato de la gestión del agua con Aqualia, un servicio que ha mostrado desde hace un año una evidente mejoría, sobre todo a la hora de atender las quejas de los usuarios, como se reconoce desde la oficina de la Defensora del Ciudadano, pero que sin embargo sigue siendo deficitario a la hora de atajar las fugas.

Mientras uno de los operarios de Aqualia colocaba hace unos días uno de los nuevos contadores, también advertía de la necesidad de “cambiar muchas tuberías obsoletas”, porque aunque “se pongan reductores de presión” se ha comprobado que resulta imprescindible “modernizar la red” para impedir que se produzcan las continúas fugas, sobre todo en las medianías, cuando la red está más cerca de los depósitos de los que se abastece. Esas fugas terminan incidiendo cada año en el precio de la tarifa del agua, al demostrar Aqualia en las auditorías que realiza el desequilibrio del servicio, lo que determinó hace unos días la subida del 6,1% en el precio del agua, después del 5% el año pasado y el 18,8% hace dos años. Tanto Airam Pérez Chinea, concejal de Hacienda y Empresas Concesionarias, como Jorge Baute y Fernando Alduán, concejales de Servicios Municipales y Urbanismo, respectivamente, han mostrado su interés por “fiscalizar la gestión de Aqualia”, empezando por cumplir el acuerdo plenario que exigía al Ayuntamiento de Candelaria a retirar a Aqualia el cobro de la tasa de basura.

En Güímar, el informe de Mederos se descarta

Será la secretaria y los técnicos municipales del Ayuntamiento de Güímar los que finalmente redacten el pliego de condiciones para licitar el servicio de agua, tras finalizar hace un año la concesión de Aqualia, la misma empresa que lo realiza en Arafo y Candelaria.

El informe económico-financiero presentado por el asesor Pablo Zurita, contratado el año pasado por el concejal de Hacienda, Javier Mederos, ha sido descartado, entre otras razones porque recomendaba que el cobro de la tarifa lo realizara el propio Ayuntamiento y no la empresa que saliera adjudicataria, una de las razones por las que Aqualia “amenazó” con no presentarse al concurso. Algo que no ocurrirá ahora, porque el Ayuntamiento ya ha manifestado no tener ni personal ni actualizado el padrón para pasar al cobro el recibo.

Este contrato es el más importante que se va a licitar en los próximos 20 años en Güímar y por ello se espera una larga gestación en el pliego de condiciones.