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Un BIC en el Puerto

La iglesia de San Francisco y los bienes muebles vinculados a la misma, entre los que se encuentra la antigua plaza del mismo nombre, hoy plaza del Doctor Víctor Pérez, serán declarados Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de monumento, según ha resuelto la consejera de Juventud, Igualdad y Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Tenerife, Josefa Mesa Mora.

Se trata de un paso más en el expediente que se tramita desde 2013, en el que se personó, por cierto, el psicólogo portuense Melchor Hernández Castilla, de probada sensibilidad con la protección y conservación del patrimonio de la ciudad. Hernández, en este caso, se mostraba partidario de la ampliación en virtud de la pervivencia de una balconada que forma parte del inmueble número 4D de la calle Agustín de Betancourt, anexa al recinto Parque San Francisco (actualmente inutilizado), pues sería el único elemento que se conservaría del antiguo convento franciscano.

Los servicios competentes del Cabildo Insular desestimaron tal consideración al entender que “la balconada de referencia, que aparece reflejada en una fotografía de 1973, ha desaparecido casi en su totalidad, de la que solo se conserva un pequeño tramo de poco más de tres metros, en muy mal estado de conservación y adosado a un cuerpo de fábrica también transformado”.

La resolución aprobada, además, entiende que “el entorno de protección de la iglesia de San Francisco, que se extiende a la totalidad del citado Parque San Francisco, junto a la propuesta de ampliarlo para incluir la plaza del Doctor Víctor Pérez, es suficiente para garantizar la prevención de posibles impactos que afecten a la contemplación, disfrute o estudio del BIC. Tampoco existen elementos patrimoniales lo suficientemente relevantes como para ampliar, por este motivo, el entorno de protección ya establecido”.

Pese a la desestimación, hay que agradecerle a Melchor Hernández Castilla su preocupación por la defensa de los valores patrimoniales históricos y arquitectónicos del Puerto de la Cruz, donde tanto se ha perdido por inhibición y pasotismo. Esta declaración de BIC, con su delimitación perfectamente establecida, incide, tal como se recoge en el Anexo I del anuncio del Cabildo Insular publicado en el Boletín Oficial de Canarias número 191, del pasado miércoles 30 de septiembre, en la necesidad de proteger uno de los inmuebles históricos de mayor relevancia de la ciudad, “fijando un entorno de protección que englobe el solar que correspondió al antiguo complejo conventual, hoy muy transformado, así como a los espacios públicos inmediatos al templo, incluyendo la plaza del Doctor Víctor Pérez”. En dicho Anexo, se advierte que “se pretende prevenir el efecto de obras, usos e intervenciones que puedan generar impactos que devalúen la imagen de la iglesia o que degraden espacios de interés dentro de este ámbito como el correspondiente a la plaza”.

La incoación del expediente continuará con la notificación a la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. A la espera de su ratificación y aprobación definitiva, habrá que congratularse, sin olvidarnos de que hay actuaciones en el entorno (incluidas la rehabilitación del parque y el remozamiento de la calle Quintana) que precisan de un impulso. Por ese núcleo del centro de la ciudad transitan a diario, se sabe, miles de personas.