el entrenador personal

Calambres musculares – Por Antonio José García-Peñuela Castro

En el artículo de hoy vamos a hablar de los calambres musculares, esa sensación de dolor que es causada por un espasmo involuntario del músculo. Creo que no hay ninguna persona que pueda decir que jamás sufrió un calambre a lo largo de su vida, pero, ¿se producen todos por lo mismo? Pueden ser producidos por una insuficiente oxigenación de los músculos, por realizar un esfuerzo excesivo de un músculo en concreto, sufrir deshidratación, no estar en forma, por déficit de electrolitos en la dieta o por pérdida de estos a través del sudor, debido a que el riego sanguíneo a los músculos sea insuficiente, por realizar el ejercicio a altas temperaturas incluso por realizar el ejercicio con una técnica deficiente. Todas estas situaciones suelen ocurrir durante el ejercicio, después o a la noche. Por ello vamos a facilitarle diferentes consejos que debería tener en cuenta cuando se sufre dicho síntoma. Lo primero que hay que hacer si estamos realizando ejercicio físico es parar. Seguidamente, lo apropiado sería estirar el músculo pero con mucho cuidado, de esta manera reduciremos la presión que se está ejerciendo y pronto cesarán los calambres. Una vez concluyan los espasmos viene muy bien masajear suavemente la musculatura afectada para favorecer la relajación del mismo, incluso si se trata de una musculatura del tren inferior, nos vendría muy bien andar un poco para “soltar”.

Por último, no estaría nada mal aplicar hielo sobre la zona afectada: colocar una bolsa de hielo envuelta en un trapo o en una toalla para evitar quemarnos la piel. Si no disponemos de hielo y toalla hay dos trucos muy útiles. Uno es utilizar una bolsa de guisantes congelados. Sus diminutas formas congeladas van a ser mejor que el hielo para aplicarlo a las diferentes partes del cuerpo ya que se amolda a cada rincón. El otro truco es usar únicamente un cubo de hielo. Para ello, primeramente debemos aplicar jabón en la piel, en mi caso particular siempre uso lavavajillas. El jabón va a formar una película que nos permitirá masajearnos directamente con el cubito de hielo sin dañar la piel. Habría que añadirle beber agua o bebidas isotónicas para actuar frente a la posible deshidratación y pérdida de electrolitos perdidos. Para prevenirlos es tan fácil como anticiparse a las principales causas: realizar el ejercicio físico hidratándonos y no hacerlo a temperaturas extremas y preparar tu cuerpo con un calentamiento progresivo que contenga estiramientos dinámicos y balísticos. Hay que evitar realizar estiramientos estáticos y pasivos antes del inicio de una actividad. Hay que dejarlos para la vuelta a la calma debido a que fisiológicamente lo que se produce con ellos es relajación tanto del músculo como de las conexiones neuromusculares. Si eres mujer y estás embarazada o tienes la menstruación y tienes calambres musculares te aconsejamos preguntarle a tu médico o nutricionista acerca de suplementos de magnesio y calcio. Si los sueles sufrir a menudo incrementa el consumo de potasio en tu dieta. Nuestro querido plátano o el aguacate son alimentos estrellas. Si persisten te recomendamos buscar un entrenador profesional y su respectiva coordinación con tú médico si siguen persistiendo.
*Director deportivo de la UAX Madrid
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