sin pelos en las teclas

Cambalache constitucional – Por Cecilio Urgoiti

La democracia ha surgido de la idea, de que sí los hombres son iguales en cualquier respecto, lo cierto es que lo son en todos”. Palabras estas de Aristóteles, que nos van a servir de preámbulo de una controversia que se esta planteando en la vida política de este país. Nos estamos refiriendo a la tan cacareada reforma constitucional y que si miramos a la historia de las ocho constituciones que han preexistido, conteniendo aquella que Napoleón otorgó a Fernando VII, tras traicionar a su padre Carlos IV. El nuevo rey Fernando, que el pueblo llamó el Deseado y le cascabeleaba a su paso, “Vivan las caenas” ya en la segunda constitución, primera que nace en España y que es conocida popularmente como la Pepa.

Esta fue el inicio de la vida política de la España constitucional, que desde su estreno hasta este momento actual, se ha debatido, sobre la necesidad de reforma que se entiende necesaria, pero aquí nunca ha cuajado, lo que se ha venido haciendo es cambiarla y así, hemos llegado a lo que nos ocupa hoy, en este escrito. En EE.UU., por ejemplo, se prorrumpen enmiendas a su carta magna, que data de 1787 y ha tenido XXVII Enmiendas a lo largo de su historia, por el contrario, en nuestro país se ha reformado en muy pocas ocasiones y las hechas mas por exigencias exteriores, que por esos imperiosos acomodos del trascurrir diario, consecuencia la vida social y las parvedades ciudadanas, que tal condición exigen.

Da la sensación que cuando oímos hablar a los representantes políticos, que la constitución es un tipo de biblia escrita, tiempo atrás y que como tal, no se puede cambiar, ni incluso reformar, salvo en aquellos trapicheos que se pongan de acuerdo los sujetos pasivos, con exoneración fiscal, que configuran el rancio bipartidismo. Ya esta bien, de mantener esta especie de servidores de si mismo y no, de la sociedad que dicen representar, eslogan que utilizan en campaña, así que ahora nos toca oír.

Las Cortes votaran unos presupuestos generales, por plasmar lo mas reciente, para el próximo año, que de todas, todas, son anticonstitucionales y lo son, por lo claro que establece la constitución los periodos electorales y si son cada cuatro años, no pueden encajarse cinco presupuestos. A eso hay que añadirle que quien gobierna no puede ser hipotecado de esa manera tan poco ética y de muy baja catadura. Claro que siempre queda la potestad de decretar su revocación y volver a legislar de nuevo, el tiempo perdido ha servido de campaña electoral, aunque es esta ocasión la UE ha afirmado que no son creíbles y tienen una desviación del déficit superior al 0,7, siendo como han sido generosos. De tal manera se legisla en esta nación, que en muy pocas ocasiones se utiliza las Cortes como dadora de leyes, haciendo en su mayoría uso de los decretos y evitando los debates y los posteriores comentarios de la prensa.

Para pasar esta constitución a una constitución federalista, sería necesario desmontarla y volver a construir otra, ese cambalache, será eso, un auténtico trueque de cromos del bipartidismo y no se ve con claridad tal circunstancia y además como encajar la figura monárquica en ese tótum revolútum. Pienso que sería mejor, por primera vez, tras la muerte del dictador, ir a unas Cortes Constituyente que dilucidad de forma clara si monarquía o república y si continuamos con el híbrido autonómico del 78 o un federalismo de amplio espectro político, ya dice el refranero “Que, es preferible ponernos rojo una vez que no amarillos ciento”.