Al fin llegó la primera victoria para el CD Mensajero tras derrotar en el Silvestre Carrillo a uno de los mejores equipos del grupo segundo de la Segunda División B, el Real Unión de Irún. Tres puntos que fueron recibidos por la familia mensajerista como agua de mayo, porque el caminar en las seis primeras jornadas ha sido tortuoso, exigente y con dosis de mala suerte y malos arbitrajes para el grupo de Roberto Aguirre. Es verdad que solo se ha ganado un partido y que sigue de farolillo rojo, pero la victoria es un acicate importante en el aspecto anímico para afrontar la semana de entrenamientos y el próximo choque con el Gernika con otra cara. El cuadro palmero demostró ante el Real Unión de Irún que pese a los golpes, algunos crueles como Real Sociedad B 0-5 y derrota en el último minuto en Barakaldo 1-0, el grupo del entrenador asturiano superó en noventa minutos tres situaciones que pueden resultar fundamentales de cara al futuro más próximo: supo manejar el partido cuando el rival acortó distancias, se sobrepuso al penalti errado por Yeray que significaba el 3-1 y matar el partido, y también no acordarse del colegiado de turno, que en una dinámica negativa es la primera tabla de excusas a la que agarrarse cuando las cosas no salen como se quiere. Roberto Aguirre se mostró satisfecho por lo acontecido el pasado domingo en el feudo del Barranco de Los Dolores. “No estábamos recibiendo la recompensa que el equipo merecía. Ganar supone un refuerzo anímico, un plus que te da lograr una victoria que todavía no habíamos conseguido en Liga. Fue una victoria importante al margen de los tres puntos. El equipo está demostrando ser mentalmente muy fuerte. En las victorias es muy fácil convivir, pero cuando convives en situaciones más complicadas es importante que el equipo sea capaz de sobreponerse y lo está demostrando. Es un síntoma de que el grupo se está haciendo a la categoría”.
La situación del cuadro palmero antes del choque del Real Unión era preocupante, al menos de puertas para fuera: colista en solitario tras dos empates y cuatro derrotas.
“Tenía preocupación cero. Queda mucho. Esto es muy largo. Lo importante es la capacidad que tenga el equipo de mantener una regularidad a lo largo de 38 jornadas que son las que al final te posicionan en la clasificación. Cada domingo hay un partido, que además siempre es diferente al anterior. Queda mucha liga para estar con preocupaciones cuando solo se llevan siete jornadas, asegura Aguirre”.
Si repasamos los siete primeros partidos del cuadro palmero, solo la Real Sociedad B demostró ser superior “sobre todo en cuanto a efectividad”, recalca el entrenador del equipo palmero. “En ese partido hasta que nos hicieron el 0-3, – prosigue-, el partido fue mucho más igualado de lo que indica el resultado final. Lo que pasa es que es difícil trasladar ese mensaje cuando pierdes 0-5, aunque la realidad del equipo era muy distante a la de ese resultado porque el equipo estaba compitiendo muy bien”, afirma el asturiano.
Otro de los factores que han incidido en el mal arranque del CD Mensajero es la falta de suerte en momentos decisivos de los partidos. Sin ir más lejos la cruel derrota sufrida en Barakaldo con un gol en el último minuto. “En el fútbol existen las dinámicas. Y la nuestra era negativa a nivel de resultados. Ese factor suerte tampoco lo teníamos de cara. Por ejemplo ante el Rayo Majadahonda y Real Madrid Castilla disparamos al larguero en una de las últimas acciones del partido y en Barakaldo perdimos en el último minuto. El factor suerte lo teníamos de espalda, pero las dinámicas cambian y no todo va a ir siempre en tu contra”.
El próximo fin de semana el CD Mensajero visita al Gernika. “Nos encontraremos con un equipo muy intenso, vertical, con mucha profundidad y que se maneja bien en su campo. Es un equipo que nos va a exigir mucho a cuanto intensidad”, concluyó.