CULTURA

Descubriendo a Alejandro Ossuna

151006-aSr-InaugExpoOssuna021.jpg ExpoOssuna1.jpg
<
>
Entorno de la plaza lagunera de la Catedral, una de las obras presentes en la muestra. / DA

Han tenido que pasar 128 años desde su fallecimiento para ver reunida en una exposición parte de la producción pictórica de Alejandro Ossuna Saviñón. No era un pintor conocido, ni este fue nunca su interés. Pero no cabe duda de que se trataba de un artista exquisito, un incentivador de emociones, de los mejores paisajistas que tuvo La Laguna y la Isla durante el siglo XIX. El Espacio Cultural de CajaCanarias, junto a la lagunera plaza del Adelantado, muestra hasta el próximo 30 de diciembre una selección de sus obras.

La comisaria de la muestra, Consuelo Conde Martel, señaló ayer que han sido “seis años de duro trabajo” los que ha tardado en ver materializado este proyecto expositivo. Un empeño personal en el que le ha acompañado Carlos Pinto, y que finalmente ha encontrado apoyo institucional en la Fundación CajaCanarias. Conde Martel destacó la satisfacción que le produce “hacer justicia” con un autor que, en su opinión, lo tenía todo para ser considerado uno de los grandes creadores artísticos de la época.

Retrato de Alejandro Ossuna. / DA
Retrato de Alejandro Ossuna. / DA

Si no tuvo mayor trascendencia fue porque él no lo pretendió. Su tarea como concejal en el Ayuntamiento de La Laguna era su principal ocupación y la pintura, una pasión que desarrollaba casi en la intimidad. También tocaba la viola y le interesaba la botánica. Igual que a su hermano, Manuel Ossuna, que llegó a dirigir el Botánico de La Orotava. Tan poco interés tenía Alejandro Ossuna por lograr fama como pintor, que muchos de sus cuadros ni siquiera los firmaba o fechaba. Consuelo Conde Martel y Carlos Pinto han tenido que recurrir a colecciones privadas para hacer acopio de gran parte de los cuadros que figuran en su primera exposición. Otros proceden del Fondo Ossuna y del Archivo Municipal del Ayuntamiento de La Laguna. La muestra está formada por 39 cuadros, pintados al óleo y acuarelas. Abundan los paisajes de La Laguna, desde la Catedral hasta los altos de Mesa Mota.