EL ROSARIO

La dimisión de Iván Armas le acerca al gobierno de Gil y obliga al PSOE una gestora

Moisés Iván Armas, a la izquierda, junto a los otros cuatro concejales socialistas en El Rosario. / DA
Moisés Iván Armas, a la izquierda, junto a los otros cuatro concejales socialistas en El Rosario. / DA

La dimisión de Moisés Iván Armas, como secretario general del PSOE de El Rosario, viene a evidenciar la división existente entre los socialistas de este municipio una vez que Macario Benítez decidió abandonar la política tras 32 años de alcalde.

Iván Armas envió la semana pasada una carta a los militantes socialistas explicando las razones de su renuncia, también motivada para evitar la moción de censura que estaba convocada para la reunión de la Ejecutiva local del sábado.

Reunión que no se celebró, al dimitir todos los cargos orgánicos del partido en el municipio, quedando solo la representación de la secretaria general local e insular de las Juventudes Socialistas, Sara Cabello.

Ahora, la marcha de Iván Armas, obliga a Ferraz a crear una junta gestora lo antes posible, dado que será la encargada de organizar la campaña electoral del partido de cara a las elecciones generales del 20D, entre otros asuntos pendientes.

Iván Armas, junto con los también concejales María Ángeles Rodríguez y María Soledad Negrín Plasencia, apuesta por entrar en el Gobierno municipal que ahora conforman en minoría (siete ediles) IR-Verdes y Sí se puede, como ya quedó de manifiesto desde que el 13 de junio tomara posesión del bastón de mando Escolástico Gil, líder de IR-Verdes y exmilitante socialista, quien tampoco ha negado ese acercamiento a los militantes socialistas, nunca al actual portavoz del PSOE, José Antonio Estévez, quien ahora solo cuenta con Álvaro Vicente Meneses, exsecretario de Organización de la disuelta Ejecutiva local, como aliado a sus intereses, cercanos a los de Ana Lupe Mora y al PP. Iván Armas, en su carta de dimisión, deja claro que lo hace ante las reiteradas convocatorias realizadas por Álvaro Meseses sin su consentimiento, por las acusaciones vertidas sobre él a raíz de su abstención en la toma de posesión de la Corporación, al nulo análisis por parte de Estévez de los malos resultados del 24M y porque “me opongo a tener que ver a la militancia posesionarse a favor o en contra de una moción de censura en contra de mi cargo, pues esta solo atiende a personalismos de quienes la impulsan”, afirma Armas.