CULTURA

Dramaturgia con sello canario

Lucía Barrado, Juan Vinuesa, Montse Díez, Germán Torres, Nerea Moreno, Manolo Caro. /
Lucía Barrado, Juan Vinuesa, Montse Díez, Germán Torres, Nerea Moreno, Manolo Caro. / EDUARDO MORENO

José Padilla comenzó en el mundo del teatro por pura afición, como muchas veces se empiezan las historias que cosechan grandes éxitos (aunque a él no le gusta usar este término: “Los éxitos son el final de algo, y esto es el principio de todo”, dice). Primero fue en la escuela insular de teatro del Viera y Clavijo: “Tuve la suerte de topar con profesores muy buenos allí que me inyectaron el veneno del teatro”, comenta para DTRULENQUE. Luego, en su adolescencia, se fue hasta La Laguna para formar parte de la compañía Troysteatro. Hasta que decidió profesionalizar esa afición y cruzó el charco. “En el 2000 me vine a Madrid a hacer las pruebas en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD)”. Cuatro años estuvo allí, hasta licenciarse, formar parte de varias compañías como actor y adentrarse en el mundo de la dramaturgia y la dirección. “No me gusta elegir, pero si me tengo que mojar, la faceta que más me gusta de las tres es la de director. Es el papel de mayor responsabilidad en un montaje, pero me gusta el hecho de compartir mi trabajo con un equipo, dar tanta creatividad hasta poner en pie una función”, señala. No obstante, es en su carrera como dramaturgo en la que ha conquistado un gran reconocimiento nacional e internacional. Padilla ha conseguido el premio Ojo Crítico de RNE en 2013, fue el primer español en subir un texto al escenario del Shakespeare’s Globe Theatre de Londres, y en el Teatro del Arte de Moscú se representará uno de sus guiones durante dos años. “Todo esto es una manera de saber que voy en el camino correcto, un conductor para seguir trabajando, gasolina para continuar en esta senda”, afirma. Ahora llega a los escenarios de Tenerife por primera vez con una obra escrita y dirigida por él. Se trata de La isla púrpura, y el escenario elegido es el del Teatro Guimerá. “Aunque hace dos años se representaron dos textos míos en La Laguna, uno en el Leal y otro en el Aguere, pero no los dirigía yo”, aclara. La obra cuenta con “seis jabatos de la escena”: Lucía Barrado, Juan Vinuesa, Montse Díez, Germán Torres, Nerea Moreno, Manolo Caro -en la foto inferior-. Además del trabajo de Mariano García (diseño de sonido) y Fran Guinot (ayudante de dirección) -en la foto superior, junto a José Padilla-. La producción corre de parte de Buxman Producciones, Kamikaze Producciones y Ángel Verde.

La Isla Púrpura, una adaptación de la obra homónima de Mijaíl Bulgákov, se podrá disfrutar entre el 6 y el 7 de noviembre en el teatro santacrucero. “Estoy absolutamente entregado a ella, es la que mejor me define como dramaturgo y director, es la niña de mis ojos”. Todo el trabajo que ha realizado hasta la fecha queda plasmado en esa representación que reflexiona sobre la libertad de expresión, la represión de las ideas y de cómo nos enfrentamos a la vida cuando se presenta una situación adversa. “Los que acudan a esta cita se encontrarán con una comedia que nos lleva a pensar sobre el hecho de cómo estamos tratando a la cultura hoy en día”.

Mariano García (diseño de sonido) y Fran Guinot (ayudante de dirección) junto a José Padilla. /
Mariano García (diseño de sonido) y Fran Guinot (ayudante de dirección) junto a José Padilla. / EDUARDO MORENO

El artista tinerfeño es especialmente crítico con el tratamiento que ha recibido el sector en los últimos tiempos. No es para menos. “En estos años está siendo complicado llevar los guiones a los escenarios. Los recortes y el IVA al 21% a los productos culturales han convertido en un auténtico acto de heroicidad el hecho de dedicarse al teatro. No debería ser así, porque la vida cultural de un país habla también de su salud mental. Esto es algo que hay que cuidar”. Una crisis que el director, dramaturgo y actor asegura que no se nota tanto en las butacas en los últimos tiempos. “Según una encuesta del Instituto Nacional de las Artes Escénicas, en estos meses se ha repuntado la asistencia de los espectadores al teatro. Eso es positivo. Son los impuestos y las dificultades a la hora de acceder a ayudas públicas los que condicionan y casi sepultan infinidad de proyectos. Sinceramente, espero que ese dato no sea un espejismo”. Lo dice también por el cine. José Padilla escribió el guión de Kora, su primer texto para la gran pantalla. Un largometraje que estuvo a punto de rodarse pero que ahora se encuentra sepultado en un cajón. “Hasta que la claqueta no baje, no me creeré guionista de cine. En el estado de crisis que vivimos en los últimos años, muchos guiones, como el mío, se han quedado a las puertas del rodaje”.

Otro trabajo
Al Guimerá también llegará la obra El mar y las estrellas, una producción que nace bajo el paraguas de la compañía 2RC Teatro y el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, y que viene a ser un laboratorio que pretende conectar a la escritura dramatúrgica en las Islas, “que hasta hace bien poco estaba disgregada y poco reconocida”, apunta José Padilla. “Esta compañía, de larga solera en la provincia ha dado un lugar y una plataforma a varios escritores para crear proyectos conjuntos”, completa. Para esta edición, que ya es la tercera, cuentan con Antonio Tabares (La Palma), Irma Correa (Gran Canaria) y Padilla (Tenerife), coordinados por José Ramón Fernández. “Nos pusimos a investigar y a fantasear con esas visitas de ilustres a Canarias. Fueron muchos, pero finalmente elegimos a Neil Armstrong, Miguel de Unamuno y Agatha Christie. Fuimos hilando las historias y finalmente en el Teatro Cuyás se va a estrenar El mar y las estrellas. Esta obra también pasará por La Palma y en Tenerife, a finales de octubre”, concluye el dramaturgo.