La remodelación de la plaza de la Patrona de Canarias va camino de convertirse en otro de los proyectos estancados en Candelaria, a tenor de las trabas que está poniendo el Cabildo a su realización, tal y como lo entregó hace tres años el arquitecto Eustaquio Martínez, después de ganar dos años antes un concurso de ideas.

El Cabildo no ve ahora con buenos ojos la realización de una planta subterránea de aparcamientos debajo de la plaza y así se ha manifestado el presidente insular, Carlos Alonso, mientras que desde el Ayuntamiento se insiste en que no hay alternativas en la zona ni en casi todo el municipio para albergarlos.

De la misma opinión que el Consistorio es el arquitecto Eustaquio Martínez, que reconoce que inicialmente no estaba previsto en el proyecto ningún aparcamiento subterráneo, aunque finalmente, tras desechar dos plantas, se plasmó sobre el informe la realización de una planta con capacidad para 175 vehículos, casi los mismos que hoy en día pueden aparcar por los alrededores de la plaza, San Blas y el Ayuntamiento Viejo, zonas de aparcamiento que con el proyecto realizado desaparecían, al convertirse la plaza en toda peatonal.

Eustaquio Martínez desmiente que haya problemas técnicos para realizar esa planta subterránea, porque “el nivel freático no llega a los dos metros, al estar la plaza en alto, y ser muy similar al nivel freático de la plaza de España en Santa Cruz”, remarcó.

“La construcción de los aparcamientos es costosa pero necesaria, no para los residentes, sino para los miles de visitantes que acuden a Candelaria, por lo que sería necesario que fueran rotatorios”, sugirió Martínez.
El arquitecto explica además que “el estudio contempla micropilotes para no dañar la Basílica, durante las excavaciones” y que técnicamente “el parking es viable”, como lo han sido otros por debajo del nivel freático.
Eustaquio Martínez comenta que se ha enterado en las últimas semanas de la posibilidad de no hacer los aparcamientos “por la prensa”, señalando que “nadie me ha llamado para comentar la posibilidad de variar el proyecto”, si bien hace un mes tuvo “una visita a la plaza para explicarles el proyecto a la actual alcaldesa y al consejero insular Miguel Becerra”. Comenta el arquitecto que en esa reunión se descartaron otras posibilidades de aparcamientos en la zona, “porque no las hay”, y cuando se barajó la posibilidad de un terreno cercano, por encima de la Guardia Civil, se declinó por ser un suelo privado y estar sujeto al Plan Parcial de Samarines todavía sin desarrollar. Asimismo, hacer un aparcamiento en esa zona conllevaría, además de variar el PGO, la instalación de un ascensor.
“Yo no sé a dónde quieren llegar, no sé qué soluciones quieren darle a las personas que quieren visitar la Basílica”, se preguntó.