SUCESOS

Un desprendimiento mata a una turista en el Barranco del Infierno

Medios de emergencias prestan servicio, ayer en Adeje. | GERARD ZENOU
Medios de emergencias prestan servicio, ayer en Adeje. | GERARD ZENOU

Un desprendimiento acaecido en una ladera del Barranco del Infierno, dentro del término municipal de Adeje, provocó ayer la muerte de una mujer de 62 años de edad y nacionalidad alemana que recorría la zona junto a otras dos personas, en información facilitada por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del Gobierno de Canarias y del Ayuntamiento de Adeje.

El terrible accidente se produjo minutos después de la una de la tarde de ayer cuando las rocas, presumiblemente por el efecto de las lluvias caídas en la zona durante los últimos días, cayeron sobre el grupo y golpearon sobre todo a la finada, una turista que pasaba unos días en la Isla. Adeje es uno de los municipios tinerfeños con más precipitaciones registradas en los últimos días.

Los otros dos senderistas, una mujer de 54 años y un varón de 67, resultaron también afectados por el desprendimiento aunque de forma leve, al punto que lograron abandonar el lugar del accidente por sus propios medios en compañía de policías locales.

Igualmente prestaron servicio en la zona un helicóptero de rescate del Grupo de Emergencias y Salvamento, cuyos integrantes comprobaron que la alemana había fallecido; efectivos de montaña de los bomberos y de la Guardia Civil, y miembros del Servicio de Urgencias Canario.

PELIGROSIDAD
Este accidente mortal por desprendimientos no es, lamentablemente, una novedad en este desfiladero, al punto de que el Barranco del Infierno estuvo cerrado al público desde 2009 hasta el pasado mes de mayo precisamente por su peligrosidad, constatada cuando otra turista alemana perdió la vida en similares características. A pesar de esta orden de cierre, los incidentes continuaron ya que en muchos casos no se respetó la prohibición, al punto de que el año pasado se ordenó su desalojo tras un nuevo siniestro en el que un turista cayó desde unos 10 metros. Cuando procedían a ese cierre efectivo, los policías locales y guardias civiles comprobaron que en los senderos había hasta niños. Hace cinco meses se produjo la reapertura oficial tras gastar el Cabildo más de 182.000 euros en obras efectuadas por Tragsa. La empresa privada Falinia explota y preserva desde entonces este paraje cobrando a los visitantes y limitando el acceso a 300 personas por día.