El Gobierno de Canarias quiere abrir al público el Palacio de Nava, en el casco histórico de La Laguna, “en el menor tiempo posible”. Así lo anunció el director general de Patrimonio Cultural del Ejecutivo regional, Miguel Clavijo, quien recientemente visitó el inmueble con representantes del Ayuntamiento.

La Comunidad Autónoma es propietaria de este edificio, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento, desde el 6 de septiembre de 2000. La intención del Gobierno es, “exactamente igual que como estamos haciendo con el Palacio de Carta, en Santa Cruz, y teniendo presente que está en un conjunto que es Patrimonio de la Humanidad, abrirlo en el menor tiempo posible y que pueda ser visitado por el ciudadano”, dentro de la política del Ejecutivo de “abrir la mayoría de los espacios que son de su propiedad”, señaló Clavijo.

“DISTINTAS FÓRMULAS”
Para ello, el Gobierno está trabajando de manera conjunta y coordinada con el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna para ver las “distintas fórmulas” y establecer una “hoja de ruta” para poder abrir el edificio “cuanto antes, con las debidas garantías”, incluso antes de que finalice el presente año, a ser posible. Según explicó el director general de Patrimonio, “veremos si se puede encargar un plan similar al hecho en Santa Cruz”, con el Palacio de Carta, aunque apuntó que “no creo que haya que ceder su uso, sino abrirlo en coordinación con el Cabildo y con el Ayuntamiento”. Miguel Clavijo destacó que se trata de un edificio con una importancia “tremenda” y uno de los elementos “más significativos” del conjunto de la ciudad catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
El director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias explicó que el Palacio de Nava se encuentra “en buen estado de conservación”, gracias a que hace unos años se hizo una intervención en el inmueble, por lo que no supone un peligro para los visitantes.

El primer edificio data de 1585
El primer edificio se levanta en un antiguo solar que fue, a partir de 1500, de Jorge Grimón, conquistador de Tenerife. La construcción del inmueble comienza en 1585 y sufrirá modificaciones a mediados del XVII. En 1776, Tomás Nava y Grimón y Porlier lo reforma completamente, recubriéndolo totalmente de piedra y dándole el aspecto que hoy tiene. La Casa o Palacio de Nava es un acreditado ejemplo de arquitectura culta en las Islas, si bien la fachada no observa los preceptos de un estilo determinado al ser esta producto de sucesivas adiciones.

El inmueble cuenta con planta rectangular, dos patios interiores y una huerta trasera. La configuración de la huerta y del patio más próximo a ella se ha visto alterada por añadidos modernos. La fachada principal, enteramente cubierta de cantería y con fajas de almohadillado en ambas esquinas, es de dos plantas. En el interior destaca el patio principal, al que se accede franqueando el zaguán y una verja de hierro. La galería alta es cerrada, de fábrica y con ventanas hacia el patio. Del corredor bajo, abierto con losa chasnera, destacan las columnas que soportan la galería.