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El Gobierno de Canarias aplazará hasta 2018 la bajada de impuestos

Dávila, junto a Clavijo y Patricia Hernández y otros diputados, durante el pleno de ayer. | FRAN PALLERO
Dávila, junto a Clavijo y Patricia Hernández y otros diputados, durante el pleno de ayer. | FRAN PALLERO

El PP volvió a reclamar ayer al Gobierno de Canarias en los presupuestos de 2016 una bajada de impuestos, IRFP e IGIC, deducciones para rentas medias y bajas, así como incentivos a la inversión, para acabar con el “injusto trato fiscal” a los canarios en comparación con el resto de las comunidades autónomas y facilitar la reactivación económica. Mientras, el Gobierno canario sostuvo lo contrario, es decir, que hasta que no se consolide el crecimiento de la economía canaria, y haya una mejor financiación del Estado a la Comunidad Autónoma, no habrá rebaja fiscal importante, algo que aplaza hasta 2018, es decir, justo al final de la legislatura.

Así lo aseguró ayer en el pleno del Parlamento regional la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, quien acusó al Gobierno de España de cometer la “imprudencia” de hacer unos presupuestos “muy expansivos” y “arbitrar una fiscalidad muy beneficiosa en un momento en que no se lo puede permitir”, lo que le ha valido, dijo, un “tirón de orejas” de la Comisión Europa y del Fondo Monetario Internacional.

Dávila, quien compareció ante el pleno a petición del PP para explicar sus objetivos presupuestarios para 2016, se reafirmó, sin embargo, en que “este Gobierno bajará la presión fiscal por dos razones: una por efecto de la propia economía y la segunda porque en 2018 podrá hacer una rebaja fiscal con todas las garantías para mantener los servicios sociales básicos y ayudar al crecimiento económico”. Admitió la consejera que preferiría un presupuesto “más expansivo”, pero se mostró “prudente” en las previsiones de crecimiento de la economía canaria, que cifró en el 2,8% del PIB en 2016, y subrayó que se debe cumplir además con la estabilidad financiera y el techo de gasto, lo que supondrá detraer 130 millones de euros, de un total aproximado de 6.000 millones. Será, enfatizó, un presupuesto social, que garantizará la sanidad y la educación, y el cobro de la Prestación Canaria de Inserción por los que la tienen reconocida, y atenderá de forma equilibrada a todas las islas.

Desde el Grupo Popular, Jorge Rodríguez achacó que Canarias tenga los peores indicadores socioeconómicos de España a “tantos años de políticas nacionalistas y en los últimos, también socialistas”. Por ello, reclamó un sistema fiscal “más equitativo y justo” que libere recursos para el consumo y la inversión, así como reestructurar el sector público. Con CC y PSOE, enfatizó, subsiste “una Administración ineficaz, llena de amigos, con sueldos del erario público, pues van rotando de cargo en cargo los mismos desde hace 20 años”. Casimiro Curbelo, de ASG, reclamó “un plan para combatir de verdad la pobreza”. El portavoz de NC, Román Rodríguez, dio la razón a Dávila en denunciar el “sistema de financiación injusto” que sufre Canarias, con unos presupuestos del Estado “que nos machacan de nuevo”, criticas en las que coincidió con Mario Cabrera, de CC-PNC. Iñaki Lavandera, del PSOE, instó a Dávila a que “no someta a Canarias a la vergüenza que está sometiendo a España” Rajoy con sus presupuestos. Desde Podemos, Concepción Monzón exigió reforzar la atención a los más desfavorecidos, al tiempo que defendió que no se privaticen servicios y se recuperen programas suprimidos en educación.