El viceconsejero de Empleo del Gobierno de Canarias, Rafael Yanes, ha celebrado el descenso del paro registrado en septiembre, no tanto por la cifra, que señala una bajada de 336 desempleados, sino por el hecho de que las islas llevan año y medio encadenando descensos consecutivos de las cifras de demandantes de empleo.

Sin embargo, Yanes destacó en una nota de prensa en que Canarias necesita que se genere empleo de calidad, “que sirva para vivir dignamente, y no empleos precarios que mantengan a las personas en la pobreza a pesar de tener trabajo”.

De esta manera, señaló que el Gobierno regional va a analizar en profundidad qué tipo de contratos se están realizando en el archipiélago para poder establecer canales de colaboración con representantes empresariales y de los trabajadores que permitan mejorar la calidad del empleo que se genera.

Asimismo, valoró el hecho de que en el mes de septiembre Canarias haya rebasado la cifra de 702.000 afiliados de alta en el Sistema, algo que no sucedía desde el año 2009.

“HAY QUE ANALIZAR QUÉ EMPLEO SE ESTÁ GENERANDO”
“Es positivo -este dato-, sin duda, pero insisto, hay que analizar qué empleo se está generando de forma mayoritaria para saber si son contratos de menos de veinte días, por horas o cuál es el porcentaje de contratación indefinida que se está produciendo en las Islas”.

Por su parte, el director del Servicio Canario de Empleo (SCE), Alejandro Martín, se refirió al descenso interanual del desempleo, que supera las 24.000 personas, y que porcentualmente, supone una bajada del 9%.

No obstante, dijo que el paro registrado, con 242.313 personas, y el que registra la Encuesta de Población Activa (EPA), que supera las 300.000, “deben ser las cifras que marquen nuestra política en materia de empleo, ya que los descensos del paro siempre son positivos pero no olvidamos que tenemos un volumen muy elevado de personas que buscan trabajo y hay que darles respuesta”.

De ahí que las políticas activas de empleo que gestiona el Gobierno de Canarias den prioridad a la participación de las personas que más difícil tienen el acceso a un puesto de trabajo.

“Hablo de los mayores de 45 años, los jóvenes sin formación, los desempleados de larga duración o las personas con discapacidad, entre otros, que están en desventaja y a los que debemos atender con medidas adaptadas a sus perfiles y necesidades”, concluyó.