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Mas replica a la CUP que no se va y reivindica sus 1,6 millones de votos

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se reafirmó ayer en su voluntad de repetir en el cargo y lanzó este aviso a la CUP: “Soy corresponsable de haber llevado las cosas hasta aquí. No he ayudado a llevar al país hasta aquí para, llegado este momento, decir ya os espabilaréis”. En una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, admitió que la CUP puede “influir” en la nueva legislatura porque sus diputados son claves, pero le ha pedido no olvidar que logró algo más de 300.000 votos mientras que Junts pel Sí superó los 1,6 millones de sufragios.

Las negociaciones con la CUP no han empezado formalmente, y Mas ha querido reivindicar su resultado electoral frente al rechazo que su figura genera en ese partido: “Hay un candidato que sacó el 40% de los votos. 1,6 millones no los había tenido nunca nadie en Catalunya. Esto también es democracia”.

Mas expresó su disgusto con que la CUP le identifique como el presidente de los recortes: “No admito que seamos el Govern de los recortes. Somos el Govern que hemos administrado los recortes que nos ha impuesto Madrid”, y recordó al partido de Antonio Baños que la Generalitat ha desobedecido sistemáticamente los límites de déficit impuestos por el Gobierno central. La CUP afirmó que Mas no puede ser presidente por sus políticas económicas, y él se defiende asegurando que ningún otro gobierno catalán ha creado tanta tasas nuevas como el actual, que por ejemplo decidió gravar a las operadoras de Internet con un impuesto que ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional. El presidente catalán también replicó a la CUP que las “tres grandes prioridades” de la Generalitat han sido la sanidad, la educación y los servicios públicos, y reivindicó que el Govern invirtió 10 millones de euros en pobreza energética pese a que el decreto que hizo también fue impugnado al TC.
También reivindicó su gestión económica asegurando que la Generalitat no privatizó la empresa Aigües Ter-Llobregat (ATLL) -lo que generó un embrollo judicial posterior- por gusto, si no para tener líquido para hacer funcionar “hospitales, escuelas y universidades”.

Mas ha insiste en que los independentistas ganaron el plebiscito pese a no haber llegado al 50% por ciento de los votos, y mantuvo su intención de avanzar hacia la independencia en un plazo de 18 de meses: “O cambiamos el chip totalmente o seguiremos administrando una autonomía”.