CULTURA

MiradasDoc rinde homenaje en su décima edición al directo Montxo Armendáriz

El Festival Internacional de Cine Documental de Guía de Isora, MiradasDoc, rinde homenaje en su décima edición al director Montxo Armendáriz con el premio Mirada Personal, por sus visiones esenciales en la creación del lenguaje del cine de realidad.

El director de Miradasdoc, Alejandro Krawietz, ha afirmado la entrega de este “modesto premio de un festival alejado de los centros de poder” a Armendáriz “era una antigua aspiración”.

Ha añadido que el cine de Armendáriz “es de los pocos que ha sabido encontrar acomodo en el centro mismo de la ecuación que divide realidad y ficción”, como ocurre también con el cine del iraní Abbas Kiarostami, al que MiradasDoc entregó esta misma mención Mirada Personal en 2008.

Películas del cineasta como 27 horas o Cartas de Alou, a juicio de Krawietz, parecen decir que “todo es obra del lenguaje: nada es real porque todo es real”.

Además, Armendáriz forma parte de la tradición heterodoxa de la cultura española, la que “plantea respuestas arriesgadas para las preguntas complejas, y que nunca rehúye el peligro de la dificultad ni el arrojo de la experimentación”, la que da las obras más lúdicas y brillantes.

El cine de Montxo Armendáriz, dice Krawietz, está compuesto por “obras que abren camino, que se nutren en los ensueños de la gramática y los hombres y no rehúyen la construcción de territorios expresivos nuevos”.

El festival tinerfeño ofrece a su público tres películas del director navarro: “Carboneros de Navarra”, “Escenario móvil” y “No tengas miedo”.

Las películas se proyectan el domingo 31 de octubre en una doble sesión que incluirá una charla con el director.

Montxo Armendáriz (Olleta, Navarra, 1949) comenzó su trabajo cinematográfico con Barregarriarendantza (Danza de lo gracioso, 1971); con él obtuvo premios en el Certamen Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao y el Especial calidad del Ministerio de Cultura.

“Las cartas de Alou”, con la que comienza en España la reflexión sobre inmigrantes, recibió el aplauso del público y la crítica y recibió muchos premios nacionales e internacionales, entre ellos el Goya al mejor guión original y la Concha de Oro en Donostia en 1990.

La cinta Historias del Kronen (1991) ofrece un relato del estupor ante el nihilismo de la primera juventud de la democracia.

La obra le valió de nuevo el reconocimiento de los profesionales y de la crítica, amén de un éxito de taquilla abrumador y su segundo Goya.