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La música militar y la zarzuela celebran la Hispanidad en el Leal

Por José Manuel Padilla Barrera

El Teatro Leal de La Laguna acogió, el pasado día 8, el primer concierto de los dos que están programados para celebrar el día de la Hispanidad, a cargo de la Unidad de Música del Cuartel General del Mando de Canarias con la Banda de Guerra nº 2 de la Brilcan XVI y la Agrupación Lírica La Zarzuela del Círculo de Amistad XII de Enero.

Aunque no pretendo en este artículo hacer una reseña del concierto, no me queda más remedio que dejar constancia del gran éxito obtenido por todos los participantes en él. Soy testigo de cómo, a la salida del teatro, la gente paraba a solistas y componentes del coro para felicitarles por su actuación. Si algo distingue al coro del Círculo de Amistad es la cantidad y calidad de sus solistas. ¡Qué maravilla de interpretación de las dos sopranos, Beatriz Rodríguez Siverio y María Isabel Camacho en la Canción de Paloma y La Tarántula! Y qué decir de los dos tenores Víctor Coello y José Díaz Mederos, dos fantásticas voces en distinta tesitura, a los que se unió un tercero, el cabo de la Banda de Guerra César Martín, magnífico y simpático en su dúo con Beatriz cantando La Círila. Luis F. María y Anta deleitó, con su bella voz de barítono, en el Canto a Murcia.

El coro por su parte, que tuvo una actuación brillante a lo largo del concierto, hizo vibrar al público cantando de forma sublime Cádiz. Detrás de todos ellos está alguien que sólo salió al final a saludar, Salvador Rojas González, su director, incansable defensor de la zarzuela. A la Banda de Guerra, con el subteniente Pitalúa al frente, hay que felicitarles por el permanente cariño que reciben del público cuando hacen su aparición, y destacar que una vez sobre el escenario unieron sus voces a las del coro. En cuanto a la Unidad de Música sólo cabe agradecer, aplaudir y felicitar a su director, el capitán Mateo, y a todos sus componentes por el maravilloso concierto que nos ofrecieron.

Decía en el anterior artículo que los cuatro autores de zarzuela de los que no pude tratar por falta de espacio, aunque menos famosos, en cuanto a música militar se refiere, no eran menos importantes, porque son nada menos que Cristóbal Oudrid, Francisco Barbieri, José María Martín Domingo y Federico Moreno Torroba.

El 21 de diciembre de 1870, Cristóbal Oudrid estrenó en el teatro de La Zarzuela de Madrid, del que era cofundador, una zarzuela en tres actos titulada El molinero de Subiza. El primer acto de la obra se cerraba con el número Procesión y plegaria, Salve, estrella de los cielos, Virgen de sin par belleza. No mucho tiempo después el primer verso Salve, estrella de los cielos pasó a ser Salve, estrella de los mares, para así convertirse en la Salve Marinera. Eso fue porque al ser representada la obra en El Ferrol, los guardiamarinas del buque escuela Asturias la adoptaron como propia y desde entonces se cantó en buques, escuelas y cuarteles de la Armada española, con distintos arreglos y letras, hasta que en noviembre de 1942 se declaró como reglamentario el arreglo del director de la Banda de la Escuela Naval en ese año, Jesús Montalbán, y la letra de Mariano Méndez Vigo. Así, la bella composición de Cristóbal Oudrid fue la primera pieza de zarzuela que pasó a integrarse en el acervo musical de las Fuerzas Armadas de nuestro país.

‘El sitio de Zaragoza’

No era precisamente una zarzuela, pero Cristóbal Oudrid, en 1848, había compuesto música de inspiración militar para el teatro, fue como música incidental (lo que hoy llamamos banda sonora ) para una obra de Juan Lombía, El sitio de Zaragoza de 1808, drama en tres actos y en verso. La música sonaba a lo largo de la obra para terminar con una Jota Aragonesa. Esa música es la que ha llegado hasta nosotros como la fantasía militar El Sitio de Zaragoza. La interpretación que de esta pieza hace la Banda Militar bajo la dirección del capitán Mateo es espectacular, especialmente cuando irrumpe en el escenario la Banda de Guerra con cornetas y tambores lo que provoca que el público prorrumpa en aplausos, así ocurrió en el Leal y con toda seguridad ocurrirá en el Guimerá el próximo día 15.

De Francisco Barbieri nos encontramos en el programa con dos números de su zarzuela El barberillo de Lavapiés. Esta zarzuela fue estrenada en el teatro madrileño de la Zarzuela en 1874, el autor de su letra fue Luis Mariano de Larra, hijo del famoso escritor romántico. Barbieri, uno de los grandes dentro del género lírico español, utilizó temas militares para sus zarzuelas como El sargento Federico, Los fusileros y otras, además de componer marchas como La batalla de Garigliano, Cazadores de Talavera o una bella polka militar compuesta a beneficio de los artilleros heridos en África, titulada La Artillería Española. Además, gran conocedor de la música militar, colaboró con el Ejército en la creación y organización de sus bandas de música. Los números son Seguidillas manchegas y la Canción de Paloma, en los que actuaron como solistas el tenor José Díaz Mederos y la soprano Beatriz Rodríguez Siverio.

Cuando en el teatro Guimerá resuene el famoso pasodoble La Cirila, faltarán menos de dos días para que se cumplan 95 años desde que se escuchara por primera vez en público con banda, cornetas y tambores. Fue, en el concierto matinal que la banda militar daba todos los domingos en la plaza del Príncipe, el 17 de octubre de 1920. Hay que apresurarse a decir que La Cirila es chicharrera de pura cepa, del barrio de El Cabo por más señas. Porque fue en el patio de San Carlos, donde su autor, José María Martín Domingo, músico mayor director de la Banda ensayaba con sus músicos, el primer lugar donde sonaron las alegres notas de La Cirila, con su tema central del toque reglamentario de Llamada a oficiales. Fue una de las canciones más escuchadas y aplaudidas en la década de los 20 del pasado siglo. El pasodoble pertenece a la zarzuela Ven, Cirila, Ven y el libro es de Aureliano Martínez Uribarry, capitán de Infantería y socio del Círculo de Amistad, que lo que menos podía imaginar es que 95 años después una agrupación coral perteneciente a su sociedad, de la que llegó a ser vicepresidente, iba a cantar sus ingeniosas y pícaras letras en lo que él conocía como teatro municipal. Esta pieza, con una muy simpática interpretación, agradó y divirtió mucho al público del Leal y fueron solistas, como ya sabemos, la soprano Beatriz Rodríguez Siverio y el cabo de la Banda de Guerra, el tenor César Martín Reyes.

El 26 de marzo de 1932 en el teatro Calderón de Madrid, se estrena una obra con música de Federico Moreno Torroba, y letra Federico Romero y Guillermo Fernández- Shaw, la archiconocida y tantas veces representada Luisa Fernanda. Uno de sus números más conocidos es la Mazurca de las sombrillas que está incluido en el programa de los conciertos y encantó al público del Leal, teniendo como solistas a la soprano Beatriz Rodríguez Siverio y al tenor Victor Coello. Entre otra piezas famosas de esta zarzuela hay una con clara inspiración militar La Habanera del Saboyano, que en principio no tuvo buenas críticas, pero, sin embargo, pronto se ganó el aplauso del público y se hizo muy popular. Moreno Torroba es autor de la que puede ser la última zarzuela de tema militar que se haya compuesto, Baile en Capitanía, que fue estrenada en Zaragoza en 1960, basada en la obra teatral de Agustín de Foxá del mismo título.

Pasodoble

Como propina se interpretó en primer lugar el pasodoble Islas Canarias. Los pasodobles populares también han sido, con frecuencia, adaptados como marchas militares. En el Centro de Instrucción de Reclutas de Hoya Fría, en aquellas épocas en que las juras de bandera eran multitudinarias, cuando se retiraban los jurandos desfilando ante sus familiares, normalmente lo hacían con la versión para desfile del famosísimo pasodoble del maestro Tarridas. Fueron solistas Beatriz Rodríguez Siverio, Victor Coello y Luis María y Anta. Ni que decir tiene que el emblemático pasodoble entusiasmó a los espectadores. La segunda propina fue Banderita, actuando como solista la soprano María Isabel Camacho y que, tal como decía en mi anterior artículo, este pasodoble-marcha tiene una fuerza arrebatadora que, casi 100 años después de su estreno, siguió levantando y encendiendo el fervor patriótico entre todos los presentes.

El concierto terminó con la interpretación de los himnos de Canarias y España. La próxima cita será el día 15 en el Teatro Guimerá, a las 20.00 horas, con entrada libre hasta completar aforo. No se la pierdan, es un consejo que me agradecerán.