Cuando fuimos los mejores

La niña prodigio que desafió a la Unión Soviética

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Triunfadora. Dunaska y Timoshenko fueron las grandes rivales de las tinerfeñas. Por aquel entonces el dominio de las gimnastas de la Europa del Este era total y absoluto, por lo que la actuación de Ana Bautista significó el primer gran éxito de la gimnasia española, que más tarde, a raíz de su irrupción, iría cobrando más y más importancia. La tinerfeña fue la pionera, la que abrió el paso a sus nuevas compañeras.

Hannover, 27 de agosto de 1989, una gimnasta de 17 años, 42 kilos de peso y 1,55 metros de estatura escucha el himno español. Se oye raro, ni siquiera se escucha nítido, posiblemente porque cuando la delegación española ha ido a pedirlo al consulado nacional en aquella ciudad el propio cónsul se ha reído de ellos al creer imposible derrotar a las gimnastas de la Europa del Este. Aquella niña es Ana Bautista y aún no es consciente de que ha hecho historia.

Ana había logrado una medalla de oro en la primera Copa de Europa quedando por delante de las representantes búlgaras y soviéticas. De Alemania se traerá cuatro medallas, un oro, otra plata y dos bronces que reflejan el duro trabajo que lleva a sus espaldas. Ella le resta importancia indicando que “es complicado, pero compensa”.

Tres años antes había dejado atrás Tenerife para poder crecer y cumplir con las expectativas asumiendo lo duro de su deporte. Ella misma contaba en una entrevista a El País que había sido su padre, Amador Bautista, ciclista del Grupo Deportivo Teka el que le había metido el gusanillo del deporte. Quiso hacer gimnasia deportiva, pero como era una disciplina que no se llevaba a cabo en la Isla se quedó con la rítmica.

Poco a poco fue evolucionado tanto hasta llegar a aquella Copa de Europa en la que todos esperaban un duelo entre la soviética Alexandra Timoshenko y la búlgara Adriana Dunaska en la que se coló la tinerfeña.

[sws_grey_box box_size=”100″]Fue noticia aquel día

-Cultura. El Festival de Cine de San Sebastián, escenario del estreno de Batman.

-Motociclismo. Álex Crivillé se proclama campeón del mundo de 125 c.c. con solo 19 años.

-Sucesos.
300 personas quedan aisladas en el Teide debido a un temporal.[/sws_grey_box]

Todo estaba listo para que Dunaska lograra el oro en cuerda, pero en ese momento Ana Bautista sacó lo mejor de sí. A ritmo de El Sombrero de Tres Picos, de Manuel de Falla, la tinerfeña logró levantar al público presente en el Sporthall de Hannover, que, sorprendidos, rompían a aplaudir a una emocionada Ana Bautista.

Sus padres, que lo seguían por televisión, no censuraban lo dicho por el cónsul español en Hannover, porque esperaban que su hija pudiera estar entre las seis primeras de la clasificación, pero no que llegara a hacer historia allí y de aquella manera.

Luego los médicos aconsejarían a Ana dejar la gimnasia por un problema grave en sus cervicales. Fue solo un año más tarde, en 1990, y asumió el hecho con sorprendente madurez. Se convertiría en entrenadora del equipo español y seguiría con su labor docente recordando, como recuerdan muchos, aquella calurosa tarde de agosto de 1989 cuando el mundo de la gimnasia rítmica puso sus ojos en aquella sonriente tinerfeña.

[sws_grey_box box_size=”100″]Testigo directo

Paloma del Río es la voz de la gimnasia rítmica en Televisión Española. Pocas personas conocen a Ana Bautista como ella, un “ejemplo de deportista” según la afamada comentarista: “La medalla que consiguió Ana en la Copa del Mundo supuso el fin de una etapa y el inicio de otra. Con ella se cerró el ciclo que inició Susana Mendizábal, hasta entonces, la única medallista en rítmica que tuvo España. Y se inició la era de Ana Bautista, una gimnasta seria, trabajadora, simpática en el círculo cercano, amable, rigurosa, meticulosa, humana y sensible”. Del Río recuerda a una Bautista a la que ha visto “sufrir por sus compañeras” además de “remontar momentos malos”. “Su coherencia en la vida le hace ser una persona excepcional y como gimnasta marcó una época en los años 90. Y toda su ilusión por la gimnasia la trasladó a las gimnastas que luego tuvo a su cargo cuando formó parte del staff del equipo nacional en el CAR de Madrid. Da igual donde esté porque estoy segura que llevará su forma de ser allá donde vaya”. [/sws_grey_box]