la laguna

Parte del Palacio de Nava se quiere abrir al público en diciembre

El inmueble, declarado BIC, se encuentra en un buen estado de conservación. | J. G.
El inmueble, declarado BIC, se encuentra en un buen estado de conservación. | J. G.

Parte del histórico Palacio de Nava, en el casco de La Laguna, podría abrirse al público antes de que acabe el año. En concreto, la intención es que, si es posible, la zona del primer patio, en la planta baja, pueda ser ya visitable en la primera semana de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad, según explicó ayer la concejal de Patrimonio, Candelaria Díaz.

Según indicó la edil, el Consistorio lagunero suscribirá un convenio con el Cabildo para limpiar y acondicionar la zona del patio trasero, mientras que el Gobierno de Canarias se ocupará del interior. El inmueble se encuentra en bastante buen estado de conservación, por lo que las tareas que hacen falta antes de su apertura son, básicamente, de mejora del espacio.

La intención es que estas labores de acondicionamiento se realicen antes de la primera semana de diciembre, cuando se pretende, si es posible, poder mostrar a los ciudadanos parte de este emblemático edificio catalogado Bien de Interés Cultural (BIC) y propiedad del Gobierno de Canarias.

El director general de Patrimonio Cultural del Ejecutivo regional, Miguel Clavijo, afirmó el pasado martes que la intención del Gobierno es “exactamente igual que como estamos haciendo con el Palacio de Carta, en Santa Cruz, y teniendo presente que está en un conjunto que es Patrimonio de la Humanidad, abrirlo en el menor tiempo posible y que pueda ser visitado por el ciudadano”, dentro de la política del Ejecutivo de “abrir la mayoría de los espacios que son de su propiedad”, señaló Clavijo. Para ello, el Gobierno está trabajando de manera conjunta y coordinada con el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna para ver las “distintas fórmulas” y establecer una “hoja de ruta”.

El primer edificio se levanta en un antiguo solar que fue, a partir de 1500, de Jorge Grimón, conquistador de Tenerife. La construcción del inmueble comienza en 1585 y sufrirá modificaciones a mediados del XVII. En 1776, Tomás Nava y Grimón y Porlier lo reforma completamente, recubriéndolo totalmente de piedra y dándole el aspecto que hoy tiene.