La influencia del PP canario en Madrid era equiparable al silbido de un petardo con la pólvora mojada en los coletazos de una feria. Pero parece que por fin su voz empieza a ser escuchada de verdad en los foros de la capital. Prueba de ello es que el secretario autonómico, Asier Antona, ha sido seleccionado como una de las caras nuevas de la comunicación del partido en el ámbito nacional, con la mirada puesta en el Congreso de los Diputados tras las elecciones del 20 de diciembre. A eso se añade que la estrella del líder regional, el ministro José Manuel Soria, brilla cada vez con más fuerza en el universo pepero. Tanto se ha extendido su foco que Elconfidencialdigital.com lo postula como futurible vicepresidente del Gobierno. El periódico vincula la figura del flamante director de comunicación (dircom) de Industria con la estrategia de relanzar la imagen de Soria. “El presidente ha desplazado a Soraya Sáenz de Santamaría en las grandes decisiones del Ejecutivo”, arguye El Confidencial Digital en alusión, por ejemplo, al último reparto de licencias de la TDT, que premia a las amistades peligrosas (Antena 3-La Sexta y Telecinco-Cuatro), también a la episcopal 13Tv, y castiga a Vocento (Abc). Aparentemente, Carlos Taboada ha sido contratado con la misión de “instaurar un estilo más político”. Vinculado durante muchos años a la televisión, este curtido periodista madrileño es “un profesional con una enorme experiencia en la producción en la pequeña pantalla y que ha trabajado en la cadena autonómica y en la delegación de RTVE”.

Fuentes “con acceso a La Moncloa” han transmitido a El Confidencial Digital que “uno de los objetivos que Soria se propone destacar en su campaña es que ha logrado acabar con el déficit de tarifa y mejorado notablemente su relación con las compañías eléctricas, después de tres años de duras batallas”.

Conforme a esta versión, Mariano Rajoy lo ha incorporado al núcleo duro de la toma de decisiones. “Soria es considerado ya como uno de sus colaboradores más fieles”, recoge el portal de boca del propio presidente.

Consultados por el DIARIO, en el PP alejan las manos de la caja de los voladores por prudencia.