Tito Chinea: “Viene un futuro esperanzador para la industria canaria”

TITO CHINEA
Tito Chinea, director regional de Danone Canarias. / SERGIO MÉNDEZ

Cuando se habla de yogur la primera imagen que se nos viene a la cabeza es la de Danone. Sin embargo, muy pocos conocen el origen de esta marca que, en España, nació en Barcelona de la mano del judío sefardí Isaac Carasso, en 1919. Lo más curioso es que los primeros envases comenzaron a comercializarse en farmacias, ya que esta leche fermentada era considerada un producto medicinal que alargaba la vida. Diez años más tarde, la marca dio el salto a París y, a partir de ahí empezó toda una carrera empresarial de éxito. Tras Isaac, fue su hijo Daniel, fallecido recientemente, quien se hizo cargo de la empresa. Es precisamente de Daniel, al que llamaban Dannon, de donde procede el nombre de la marca, que se españolizó como Danone. En esta entrevista hablamos con el director general de la compañía en Canarias.

-A una gran empresa como Danone, ¿le afecta la crisis?

“Claro que sí . La situación ha sido complicada para todos. Al grupo nos ha afectado con una caída en ventas en los últimos cinco años de un 20%, y lo que hemos hecho es adaptar toda nuestra estrategia desde un punto de vista comercial y de marketing a un nuevo contexto un tanto más complicado para poder abordar la situación para los próximos años con las máximas garantías. A pesar de ello, el año pasado conseguimos empatar en cifra de negocios con respecto al ejercicio anterior. Hemos notado que se ha incrementado el consumo general de productos lácteo fresco (yogur y leche fermentada). Hablamos de un 3% en volumen y de un 2,9% en valor, y el trabajo de Danone no es otro que capitalizar al máximo este incremento que vemos a nivel general y que nos da una cierta pista de que hay una mejora en el consumo”.

-La llegada al grupo de la multinacional estadounidense Schreiber Foods, especializada en la elaboración de productos lácteos, habrá ayudado…

“Bueno, ha sido una incorporación de volúmenes adicionales a la fábrica que ha permitido precisamente utilizar de forma más eficiente determinados recursos que teníamos, pero siempre poniendo sobre la mesa que el producto Danone tiene que tener unos estándares de calidad por encima de lo que marcan las normas de seguridad alimentaria. Esto, evidentemente, ha supuesto una disminución de los costes”.

-¿Qué dificultades, si las hay, se encuentra una compañía como Danone en un territorio como Canarias?

“Sí, claro que las hay. La principal es vencer economías de escala. No tenemos una fábrica como la que podemos tener en Península o Europa que mueven más de 100.000 toneladas. Aquí estamos en una fábrica que, a día de hoy, puede mover en torno a las 20.000 y, bajo esta perspectiva, evidentemente hay un encarecimiento de costes, es decir, importación de la materia prima para la fabricación, costes de fabricación altos debido a esta economía de escala y en cuanto a la distribución tenemos una microfragmentación del territorio que supone unos costes adicionales porque Danone quiere estar presente en todos los lugares”.

-Pero, eso es casi imposible.

“Bueno, hoy llegamos prácticamente a todo lo que son supermercados e hipermercados, pero aún así hay que seguir desarrollando el canal de los hoteles, restaurantes, cafeterías, centros de salud, es decir, todo lo que es el canal social y ahí vemos un área de desarrollo para la compañía en el futuro”.

-¿Se apoya a la industria local?

“A la industria le queda todavía mucho recorrido. Hoy por hoy somos el 8% del PIB,pero es que deberíamos estar en el 10%, sabiendo además lo que significa este sector desde el punto de vista de arrastre del sector primario y creación de empleo. Cuando tienes una buena industria detrás crece todo lo que hay alrededor. Cuando se habla de industria no hay que pensar solo en la fábrica, sino en todo lo que lleva detrás”.

-Y las ayudas que recibe el sector, ¿son muchas, pocas o ninguna?

“En primer lugar, no creo que todo se deba basar en ayudas, pero sí creo que debe haber un acompañamiento permanente del Gobierno en cuanto a conocer de primera mano cuáles son los costes de fabricación en Canarias, así como conocer lo que significa tener un industria en las Islas y lo que aporta desde el punto de vista el empleo, y bajo esta perspectiva tiene que haber un buen diálogo y una buena sintonía entre la administración y el sector industrial, precisamente para conocer la problemática”.

-¿Y se están dando los pasos?

“Yo creo que sí. Hoy por hoy tenemos un buen diálogo y Asinca juega en ello un papel esencial y creo sinceramente que hay un futuro esperanzador para la industria en Canarias”.

-¿Cómo ha conseguido Danone fidelizar al consumidor canario pese al tirón de las marcas blancas?

“Pues mire, lejos de verlo como una desventaja, lo vemos como una gran oportunidad porque trabajamos con fábricas adaptadas a un contexto de mercado que nos permite identificar claramente cuáles son las necesidades del consumidor en sabores, formatos… y dar un producto a nivel local con mayor frescura. Hoy por hoy Danone tiene en Canarias productos que no se encuentran en ninguna otra fábrica, salvo en Canarias”.

-¿Por ejemplo?

“Pues mire, tenemos un Actimel coco, que no existe en ningún otro lugar; un Actimel papaya, un Activia mango-maracuyá…”.

-Pero ¿solo en Canarias?, ¿por qué no se demanda en otro mercado?

“No lo exportamos por lo que le comentaba antes: la misión de la empresa es siempre acercarse al consumidor y ver qué tipo de producto le gusta. El trabajo de la compañía en estos 50 años ha sido precisamente éste, adaptarse a los gustos del consumidor, así como la innovación en los formatos, porque mire, al final tienes que competir en otra liga que no sea simplemente el precio, sino también la calidad”.

-¿De ahí nace la vinculación del canario con Danone?

“Yo creo que curiosamente siempre se ha visto como una marca local. ¡Todo el mundo recuerda la visita a la fábrica cuando estaba en el cole!. La marca siempre está presente en casi todos los eventos. La comunicación ha sido clave y siempre muy local. y al final la gente siente que es una marca local porque la comunicación es local porque de lo que se trata es de generar credibilidad, confianza y cercanía con la marca”.

-¿Cuál es el producto estrella de Danone?

“Tenemos más de uno. Activia es una marca con muy buen desarrollo. Actimel y Danacol, también. No hay que olvidar que la misión de Danone es llevar la salud a través de la alimentación al mayor número de personas posibles , por lo tanto hablamos de productos saludables”.

-¿Funciona realmente el consumo Danacol?

“Por supuesto, pero no porque lo digo yo, sino porque hay varios estudios que destacan que el consumo de Danacol reduce hasta un 10%”.

-¿Y el mercado africano?

“Tenemos alguna exportación en Senegal, pero le digo que es un mercado complicado porque tenga en cuenta que estamos hablando de un producto lácteo fresco que tiene sus fechas de caducidad y unas condiciones de conservación que nosotros podemos asegurar hasta el puerto de Dakar, pero de ahí hacia dentro ya todo está en manos de grandes operadores franceses que tienen los hipermercados en la ciudad”.

-Hablando de caducidad, ¿en qué quedó la polémica de los productos caducados y los preferentes?

“Mire, nosotros seríamos los primeros interesados en que el producto tuviera una fecha de caducidad más larga que la actual, porque piense que cada producto que se caduca en un lineal nosotros lo tenemos que retirar y tirar, por lo tanto es una pérdida importante, pero no debemos olvidar que a medida que pasan los días el producto pierde determinadas cualidades, que no son un riesgo para la seguridad alimentaria, y que tienen que ver con el color o la textura. Por eso no tocamos fechas de caducidad. Danone retira el lote del lineal cinco días antes de caducarse y lo deshecha”.