La auditoría de servicios fiscales Assap lo acaba de fichar para su gabinete de servicios legales. Belarmino Peña (La Matanza de Acentejo, 1976) señala que la reforma laboral, aunque ha servido para parar la sangría del empleo, no ha creado tanto como tenía en sus objetivos. Apunta que los empresarios apuestan por mantener el empleo y que el despido es la última vía y asegura que perseguir el fraude con sanciones no funciona.

-En febrero se cumplen cuatro años de la entrada en vigor de la reforma laboral. ¿Ha servido este mecanismo para crear empleo en los términos que se esperaba?
“El giro que se pretendía dar con la reforma laboral era de 180 grados, pero desgraciadamente en lo que se refiere a Canarias hemos vuelto al mismo punto. Uno de los objetivos, con muy buena intención, era el de fomentar la empleabilidad e implantar en España el concepto nórdico de la flexiseguridad, que pretendía potenciar la flexibilidad en las empresas y la seguridad para los trabajadores instaurando más formación y un sistema más garantista. Al final, es cierto que a nivel estatal se ha reducido el empleo. Los números están ahí, pero con respecto a Canarias no tanto”.

-A Canarias lo que ha traído es más temporalidad en el empleo. ¿Esta reforma laboral marca el fin del contrato indefinido?
“Es verdad. El tipo de contrato que prima ahora es el temporal, con lo que se sigue fomentando la dualidad del mercado laboral; a mi juicio, el principal problema del mercado laboral de España. A título personal, le digo que soy más partidario de la contratación indefinida porque es una fórmula para fidelizar el mayor cliente de una empresa, que son sus trabajadores, si no, la economía no se mueve”.

“La dualidad es el principal problema del mercado laboral”

-Pero, ¿si el trabajador sale rana?
“Exactamente. Esa es la cruz de la moneda. Y ¿cómo se puede compensar? Hay medidas que se tendrán que implementar a partir del 20 de diciembre, como por ejemplo bonificaciones importantes a la contratación indefinida y al mantenimiento del trabajo. Es cierto que hay un paro estructural relacionado con la formación y con el binomio turismo/construcción, pero Canarias tiene fórmulas de sobra para fomentar la inversión y en consecuencia el empleo, como la Zona Especial Canaria (ZEC)”.

-¿Contratación indefinida a cambio de un despido libre?
“Bueno, el despido libre ya existe, solo que indemnizado. Mire, no se le pueden quitar a los trabajadores los derechos que tienen adquiridos desde hace tiempo, pero, por otro lado, tampoco se puede castigar al empleador que es el que al final crea empleo. Al final, los términos intermedios se pueden buscar, como le he dicho antes, con bonificaciones importantes, no simples reducciones puntuales en la cuota, o que, por ejemplo, los trabajadores aportaran un tanto por ciento a un fondo que pueda ser rescatado en caso de despido. Estos son cambios que se puede hacer ahora con un gran pacto nacional. La idea del Gobierno, en este sentido, era tender hacia el modelo nórdico de empleo, pero para eso tenemos que ser Suecia o Finlandia”.

-Eso es evidente. Finlandia, por ejemplo, tiene una ley de educación del año 1979…
“Y aquí la cambiamos cada cuatro años. La ley de educación finlandesa es un claro ejemplo de lo que es un pacto nacional. Al final es cierto que la reforma ha detenido la sangría que se estaba produciendo en el empleo, pero ni mucho menos está creando empleo”.

-A lo mejor es porque los empresarios no se atreven a contratar.
“Le voy a decir una cosa, los empresarios que vienen a buscar asesoramiento a Assap no son partidarios del desempleo. Precisamente buscan lo contrario: la estabilidad en el trabajo. Otra cosa es que la empresa tenga los condicionantes, pero le aseguro que para ellos el despido es la última solución”.

-¿Es bueno nuestro sistema de prestaciones? ¿Sería coherente o políticamente correcto bajar las prestaciones para subir los salarios? Lo digo porque con los sueldos tan bajos y las prestaciones por desempleo tan elevadas, creo que de las más altas de Europa, al desempleado a lo mejor no le sale rentable trabajar.
“Todo depende de la política que queramos adoptar y, por supuesto, de lo que nos marque Europa. Pero mire, voy a usar un símil futbolístico que lo que busca es el equilibrio. Decía un entrenador, creo que era chileno, que si uno defendía descuidaba el ataque y si atacaba, descuidaba la defensa y que el campo de fútbol era como una manta pequeña: si me tapo hasta arriba, me destapo los pies, y si me cubro los pies me descubro la cabeza. Yo no soy quien lo tiene que decir, pero es cierto que hay que buscar un equilibrio”.

“El empresario busca estabilidad; el despido es la última solución”

-¿Ha caído la clase media con la crisis?
“Mire, si no hay clase media peligra la estabilidad de cualquier país. El único factor de estabilización en una sociedad es la clase media. En España se ha resentido de una manera impresionante, hasta el punto de que se llegó a temer por su desaparición. Los pequeños empresarios han visto cómo de un año para otro no solo han perdido a sus trabajadores, sino también sus negocios y, pese a ello, el banco les sigue llamando para cobrar y Hacienda también. Además, se topan con ese gran monstruo de la burocracia que les hace muy difícil avanzar. Por eso es tan importante que estén asesorados”.

-La economía sumergida es quizás el mayor problema del mercado laboral español. ¡Vamos, que aquí si no pagas impuestos eres un crack, no un delincuente!
“Efectivamente. No pagar impuestos es malo. Muy malo, porque repercute en todos, por eso insisto en que asesorarse en materia tributaria ahorra mucho dinero. Y si ahorras dinero puede que no tengas que recurrir a determinados tramos de la economía sumergida, porque lo que no se está valorando es que estar amparado por este tipo de economía al final hará que no tengas una cobertura acorde a lo que cobrabas o que cuando quieras jubilarte no habrás cotizado lo suficiente”.

-¿Y cuál es el sistema para rescatar a estas personas de la economía sumergida?
“Ese es el problema. Perseguir el fraude solo a base de sanción no es productivo, porque si te sancionan y tienes que pagar mucho al final no puedes pagar y la administración no cobra. No puedes ir a Hacienda con un problema y salir con dos o tres”.