Fernando Clavijo y Patricia Hernández entran en campaña. A un mes y pico de las elecciones generales, el presidente (CC) y la vicepresidenta (PSOE) utilizaron ayer sus escaños en el Parlamento para pegar carteles virtuales.
Durante la sesión de control, el presidente del Gobierno de Canarias se mostró inusualmente bronco con Australia Navarro. “Desde el respecto y el cariño”, Clavijo afeó a la portavoz del Grupo Popular el “trato discriminatorio” del Ejecutivo de Mariano Rajoy. A una pregunta sobre el “excesivo” coste del gabinete, el presidente respondió con sarcasmo: “Que no nos dé lecciones de austeridad el Gobierno más caro y pernicioso para los que menos tienen”. La piedra la lanzó lejos: “Corresponde a los votantes juzgar ese incremento en el año 2019”.
Después de que Paulino Rivero afrentara públicamente a Fernando Clavijo por su “complacencia” con el PP, este se desquitó con un ataque feroz a las políticas de Rajoy. Antes, el portavoz del Grupo Nacionalista, José Miguel Ruano, le entregó un bastón para que atizara a Cristóbal Montoro. Clavijo no disimuló su disgusto por los “efectos perniciosos” de la regla de gasto. “Supone una nueva barrera para la financiación de una Comunidad Autónoma cumplidora”, espetó. “Nos bloquean 70 millones de euros”. En la línea de lo expresado por los responsables sectoriales en la primera fase de la tramitación parlamentaria del proyecto de ley, el máximo dirigente reconoció que no le gustan estas cuentas. Según esa versión oficial, los números se escribieron con las manos atadas. Confía en que los presupuestos autonómicos de 2018 sean más genuinos.
Posteriormente, Navarro pinchó a Hernández con una puya sobre la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía. Al disolverse las Cortes, el Congreso salvó de la quema la iniciativa canaria. A pesar de que queda pendiente para la undécima legislatura nacional, el PSOE y NC llevan en su acuerdo programático el compromiso de “impulsar la aprobación por el Parlamento de Canarias de un nuevo Estatuto”.
En román paladino, eso significa que, en contra del criterio de los únicos grupos que avalaron el documento (Socialista y Nacionalista), el texto volvería a la Cámara regional. Rodríguez asintió con regocijo.