tribuna

Cultura y turismo – Por Juan Márquez

Con la inauguración de una feria de turismo, es ya casi tradición la imagen del presidente nacionalista o consejera de turno saliendo ante los medios con una sonrisa de lado a lado a declarar que, una vez más, Canarias es plusmarquista en el campeonato del mercado turístico. Orgullosos, uno tras otro, nos relatan anualmente todos los pasos que han dado en sus desvelos por atraer a un mayor número de alemanes, ingleses, rusos, italianos o peninsulares ansiosos de anillarse con la pulsera del todo incluido y dejarse llevar por las bondades del dolce far niente.

A primera vista esos datos olímpicos sugieren un fortalecimiento de nuestro tejido socioeconómico. Trece millones de turistas en un archipiélago de dos millones de habitantes debería implicar, como mínimo, una sana capacidad recaudatoria. Mientras clavamos la mirada en la sonrisa presidencial, imaginamos una Consejería de Hacienda que se frota las manos viendo las pantallas de ‘Llegadas’ de nuestros aeropuertos. Pero a nada que conozcamos el verdadero estado de nuestra economía, descubrimos otros récords (pérdida sangrante de empleo neto y de calidad, paro juvenil del 60%, fuga de talentos, disminución del poder adquisitivo, fracaso escolar…) que no parecen ser causa de fatiga ni desvelo. Lo importante es acicalar la sonrisa a la hora de atraer inversores y grandes compañías hoteleras: “¿Conoce usted la RIC? ¡Abran paso y dejen entrar al inversor, a nuestro amigo!” -Se oye de fondo la radio: “Estamos a 15 de marzo y se acabó la hucha de las prestaciones sociales”- “¡Apaga la radio, eso hoy no toca!”. Tome asiento, querido amigo y descubra usted las incomparables condiciones que le ofrece este archipiélago. Si busca usted turismo verde, tenemos campos de golf. Si quiere un parque temático, le ofrecemos la Zona Especial Canaria donde puede tributar al 4%. Todo deben ser facilidades, no vaya a ser que se disguste y lleve su resort al desierto de Los Monegros. Los beneficios, que otros sectores de nuestra sociedad podrían tener del siempre denominado “principal motor económico” de Canarias, no han de quedar a expensas de que, en un acto de solidaridad con el pueblo canario, el turista se arranque la pulsera del todo incluido y salga a la calle a comer, a visitar una galería de arte, a escuchar un concierto o a comprar en un pequeño comercio. Inevitablemente, mal que les pese a los fundamentalistas del libre mercado, debemos legislar. Lo que en el Parlamento se puso sobre la mesa era una simple propuesta para conectar el sector turístico con la Cultura, una propuesta que invitaba al Gobierno a plantear la posibilidad de que aquellas empresas hoteleras que se beneficien del dinero público a través de las subvenciones para la renovación y modernización de sus infraestructuras tuvieran, aparte de poner ducha o bañera, otra condición complementaria: un porcentaje de obras de arte de autores residentes en Canarias. Al ser una región ultraperiférica, con dificultades para el transporte y con barreras aduaneras muy superiores al resto de regiones de la UE, entendemos que esta es una medida tan lógica como que un agricultor canario pueda vender su producto directamente al hotelero. Es una cuestión de sentido común.

Tengo la intuición de que algunos olvidaron el 1,5% cultural que se estableció desde el Ministerio de Fomento y que obligaba a destinar en los contratos de obras públicas una partida de al menos ese porcentaje a trabajos de conservación o enriquecimiento del patrimonio cultural español o al fomento de la creatividad artística, con preferencia en la propia obra o en su inmediato entorno.
Finalmente, tras la negativa de los demás grupos de la Cámara a que dicha propuesta tuviera forma impositiva, acordamos, con ningún voto en contra, instar al Gobierno a potenciar un acuerdo entre ambos sectores para impulsar la Cultura a través de acciones de difusión, patrocinio y mecenazgo a las creaciones de un sector que ha sufrido un recorte del 80% desde 2008 y que, en contraste con el 12% de aumento para los sueldos del Gobierno de Canarias, tendrá una subida raquítica del 0,05% en los presupuestos para 2016. Cuestión de prioridades.

*PRESIDENTE DEL GRUPO PODEMOS EN EL PARLAMENTO DE CANARIAS
@jmarquezfand