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El daño ambiental producido en Brasil tras el desastre minero permanecerá durante años

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El enorme volumen de agua arrojado por los diques llenos de desechos mineros en una zona de 500 kilómetros resulta impactante: unos 60 millones de metros cúbicos, el equivalente a 25.000 piscinas ./ EP

La ruptura de dos diques de una mina en Brasil ha causado la suspensión del suministro de agua potable para unas 250.000 personas y ha saturado los cursos fluviales con un denso sedimento naranja que podría afectar el ecosistema de la zona en los próximos años.

Nueve personas perdieron la vida y 19 aún se encuentran desaparecidas, mientras que unas 500 personas fueron desplazadas de sus hogares por el colapso de los diques el pasado 5 de noviembre en el yacimiento de mineral de hierro del sureste de Brasil.

El enorme volumen de agua arrojado por los diques llenos de desechos mineros en una zona de 500 kilómetros resulta impactante: unos 60 millones de metros cúbicos, el equivalente a 25.000 piscinas o  cerca del volumen transportado por unos 187 tanqueros de crudo.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comparó el daño al derrame de petróleo del 2010 del pozo de la compañía británica BP PLC en el Golfo de México y la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, lo describió como una “catástrofe medioambiental”.

Científicos dicen que el sedimento, que según muchos contiene químicos utilizados en las minas para reducir las impurezas del mineral de hierro, podría alterar el ecosistema y los ríos porque disminuyen los niveles de oxígeno en el agua y el grado de fertilidad de los márgenes, afectado a su vez los terrenos agrícolas aledaños.

Samarco Mineração SA, la empresa conjunta entre los gigantes mineros Vale SA y BHP Billiton que opera el yacimiento, ha dicho reiteradamente que el lodo contaminado no es tóxico. Pero biólogos y expertos medioambientalistas no están de acuerdo.

Las autoridades locales han ordenado a las familias rescatadas tras el deslave que se limpien cuidadosamente y que eliminen las ropas expuestas al lodo.

“Ya está quedando claro que la fauna está siendo eliminada por este lodo”, dijo Klemens Laschesfki, profesor de geociencia de la Universidad Federal de Minas Gerais. “Decir que el barro no representa un riesgo para la salud es absolutamente simplista”, aseveró.

Investigadores están estudiando los cursos fluviales del sector y el resultado será publicado en las próximas semanas, lo que ofrecerá un mejor panorama sobre el contenido de los desechos mineros.