Las fuerzas de seguridad belgas han detenido a un nuevo sospechoso vinculado a los atentados del viernes en París durante una operación en el distrito de Molenbeek-Saint-Jean (oeste de Bruselas), mientras mantiene acordonada una calle del barrio en donde se encuentran las sedes de las principales instituciones europeas por un vehículo sospechoso.

Una información de la cadena RTL apuntó inicialmente que el detenido es Sala Abdeslam, el joven de 26 años considerado muy peligroso y sobre el que pesa una orden de búsqueda internacional por su presunta implicación en la cadena de atentados del viernes.

Fuentes de la Fiscalía federal citadas por el diario ‘La Libre’, sin embargo, han desmentido más tarde que esa sea la identidad del arrestado.

Unos cien agentes de la Policía belga han sido desplegados en torno a las 10:00 horas de la mañana en la calle Delaunoy del distrito de Molenbeek, próximo al centro de Bruselas, y han rodeado el edificio sito en el número 47.

Tras ordenar a los vecinos del inmueble que no abandonaran sus casas, han pedido a uno de los residentes que mostrara sus manos a través de la ventana. La Policía ha utilizado gases lacrimógenos para concluir la detención de un individuo, que se han llevado encapuchado, según se observa en las imágenes que recogen varios medios belgas.

Esta no es la única operación en marcha en estos momentos en Bruselas, en donde las fuerzas de seguridad mantienen acordonada una zona del barrio de Schuman, en donde tienen sus sedes la mayoría de instituciones europeas.

Un paquete sospechoso en un vehículo con matrícula francesa aparcado en una calle próxima a la Comisión Europea ha levantado las sospechas de la Policía. Un equipo de artificieros del Ejército se encuentra en el lugar y varios medios informan de que se han escuchado dos pequeñas detonaciones.