Vuelven a escucharse tambores de guerra en las oficinas del Heliodoro Rodríguez López. El tropiezo en Lugo provocó que Raúl Agné perdiese de nuevo el escaso crédito que había ganado tras la tímida reacción que tuvo el equipo a partir de la victoria lograda en Palamós. No obstante, el conjunto ha vuelto a caer y el entrenador parece que se la vuelve a jugar este fin de semana.

Los números no engañan. Tras 11 jornadas disputadas, en los que se pusieron en juego 33 puntos, el cuadro tinerfeño solo ha sido capaz de ganar 11, por lo que se coloca en puestos de descenso, siendo además el segundo equipo de toda la tabla clasificatoria que más goles encaja: 19. Solo el Almería, el farolillo rojo de la categoría, tiene una diana más en su contra.

El Tenerife no gana desde la jornada sexta (Tenerife 3-Mirandés 0). Eso fue el 27 de septiembre. Tras esa fecha obtuvieron tres empates y dos derrotas, o lo que es lo mismo, 3 puntos de 15 posibles. Previo al duelo contra el cuadro de Miranda de Ebro, los blanquiazules también lograron derrotar a la Llagostera, siendo estas dos las únicas victorias que figuran en su casillero.

Al duelo en Palamós Agné llegó con un ultimátum, no oficial. El equipo era colista con un solo punto de 12 posibles y, además, ya estaba fuera de la Copa del Rey. Los jugadores dieron la cara y lograron un buen resultado.

Ahora la historia se repite. Ante el Alavés, este sábado a partir de las 17.00 horas, Agné se juega seguir dirigiendo al conjunto.

Pero ya no son solo los números los que se ponen en contra del de Mequinenza. La afición es prácticamente un clamor. Basta con consultar, o echar un simple vistazo, a las redes sociales para darse cuenta de que los seguidores, mayoritariamente, optan por que se produzca el relevo inmediato en el banquillo tinerfeño.

No obstante ellos no son los que deciden. Los que deben adoptar esa medida son los que tienen las riendas del club. En primer lugar, los consejeros, que no tienen un poder definitivo, pero su voz es escuchada y hay un sector que opta por destituir a Agné ya. Sin embargo es el presidente el que debe dar el paso.

Justamente tras el encuentro, Concepción consultó a su gente de confianza y la determinación que adoptó es la de perseverar con Agné en el banquillo, por lo menos una semana más. Así, será el Heliodoro el que dicte sentencia en caso de que el equipo vuelva a tropezar.

Y mientras todo esto sucede, el entrenador sigue adelante con su trabajo y ayer vio en Vitoria el Alavés-Albacete. El cuadro vasco empató a uno con el manchego. A Albacete tiene que viajar el Tenerife en el siguiente desplazamiento. Por su parte, Roberto Perera, integrante de la secretaría técnica, viajó a Madrid para presenciar el Leganés-Mallorca.