tribuna villera

La Orotava, como Fuenteovejuna

La noche del martes 27 de octubre de 2015 pasará a la intrahistoria de La Orotava por parecerse a Fuenteovejuna. Muchos ciudadanos, jóvenes y mayores, hombres y mujeres, naturales y residentes en la Villa, se dieron cita en el salón de plenos de las Casas Consistoriales de La Orotava, a las 8 de la tarde, para participar en un acto al que habían sido convocados públicamente por un colectivo de ciudadanos preocupados por el patrimonio cultural del municipio. En la mesa presidencial estaban hombres y mujeres, representantes de nueve organizaciones orotavenses que se habían aglutinado alrededor del interés colectivo, sensibilizadas con la historia de la Villa y su patrimonio cultural. Todos ellos expusieron la razón de ser para estar participando en este singular Foro Cultural Ciudadano. En las sillas nos sentamos quienes estamos interesados también en conocer más y mejor el acervo cultural del municipio, en conservarlo, en protegerlo, en divulgarlo, desde la óptica social, histórica, turística, comercial, académica, económica, para que sea reconocido por sus valores universales, tanto naturales como culturales, como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Por ello la presencia de empresarios y trabajadores, de políticos y funcionarios, de arquitectos e ingenieros, de escritores, de geógrafos e historiadores, de licenciados en Economía y Derecho, en Turismo y Comercio, de un notario y una catedrática, de gente interesada en el decálogo cultural de principios y objetivos del funcionamiento del Foro. El grupo humano que estaba en el salón municipal y los asuntos tratados a lo largo de una hora me recordó Fuenteovejuna, la obra teatral de Lope de Vega, y nos llevó a evocar también el siglo XVII y a un monarca español que concedió el título de Villa a La Orotava. Después de escuchar los discursos y arengas del alcalde, de los concejales, portavoces de los respectivos grupos políticos, así como de las exposiciones de algunos ciudadanos independientes, nos dimos cuenta de que La Orotava se había convertido aquella noche en Fuenteovejuna, donde todos a una coincidimos en que había sido un acto histórico, ya que la representación ciudadana estaba unida como nunca se había visto. No para luchar contra la opresión y el atropello sino para solicitar a la Unesco el reconocimiento de los valores universales que caracterizan el municipio de La Orotava. Desde el mar hasta la cumbre, hasta el Parque Nacional del Teide, incluyendo los ecosistemas marinos, agrarios, urbanos y forestales que le caracterizan. Es que La Orotava es única, irremplazable y auténtica. ¡A por ello!