Si lo que se está denunciando es cierto, y no hay razón para ponerlo en duda, el titular no es el que se ha destacado, es otro; la noticia es que si se pilla una buena oferta, un vuelo Tenerife-Madrid puede financiarse con tres o cuatro kilos de papas bonitas. Depende de qué compañía elijamos. O, llegado el caso, de las fechas. Si queremos volar a la Península en navidades, o en un puente, el billete se puede poner en siete u ocho kilos de papas. Solo esos días. En este punto, cabe reseñar que se aconsejan las compañías low cost, porque cuatro kilos son más fáciles de pasar en el aeropuerto y, en lo que constituye un paso fundamental para la financiación del billete, siempre será más fácil vender en Madrid cuatro que ocho (y es que, si no logramos colocar la mercancía en el restaurante de abajo, lo mismo acabamos metiéndonos en vena las papas por un desajuste de la oferta-demanda madrileña). Comprándolas aquí a precio amigo, dado el desorbitado precio que las papas bonitas están alcanzando en Madrid -25 euros/kilo- podríamos utilizarlas como moneda de pago de los vuelos a la Península. Si el billete sale 80 euros, compras a precio amigo, llevas ocho kilos, los colocas a precio Madrid y financiación cerrada. Sobra decirlo, flaco favor estaríamos haciendo al sector si dejamos que los buscadores usaran el valor papa. Exíjanse controles porque no todas las papas que están vendiéndose son bonitas. Recuérdese que está prohibido exportar por la cuarentena decretada a raíz de la plaga de la polilla guatemalteca. Dótese a la inspección fitosanitaria para que las Islas no sean un coladero. Ahora bien, ojo, no vaya a ser que ahora nos obliguen a poner en la bandeja del aeropuerto dos bolsas de plástico, una con líquidos y otra con papas, borrando la línea que separa el contrabando de la costumbre de llevarle papas bonitas a los amigos. Ah, y no, no estaría bien pagar el billete vendiendo unos kilos en el bar al llegar. Eso nunca. Jamás. Ni broma. Qué va.